Cuentan que los quejosos de la colonia residencial Senderos sufrieron en carne propia la estrategia de nuestras H. Autoridades Locales que establece la máxima “investiga o persigue al que denuncia”. Y es que, tal y como se publicó en este medio, un grupo de vecinos osó contradecir al alcalde de Torreón, Miguel Riquelme, en eso de que el arsénico en el agua ya dejó de ser problema en la ciudad, y presentó un estudio en el que se muestra que el vital líquido de las norias del citado sector cuenta con una concentración de metaloide muy por encima de la norma oficial mexicana, que ya de por sí es más laxa que los lineamientos internacionales.
Resulta que apenas se dio a conocer la información, empleados del departamento de la Tesorería Municipal llegaron al colegio Nueva Laguna, del cual uno de los incómodos denunciantes es directivo, para “revisar” sin el plantel se encontraba al corriente con sus pagos del Impuesto Predial. Nuestros subagentes disfrazados de conserjes nos reportan que los trabajadores municipales arribaron en un vehículo oficial y tenían la firme intención de ingresar al colegio para amedrentar -perdón, supervisar-. No obstante, los directivos del plantel les pidieron la orden por escrito para llevar a cabo la inspección, pero los empleados de Enrique Mota dijeron que aunque sí tenían la orden, no podían mostrarla, cosa por demás extraña. Al no presentar la orden, los directivos decidieron no dejar entrar a los supervisores, a quienes no les quedó de otra que retirarse. Este hecho se suma a otros en los que personas que cometen la temeraria acción de desafiar a la autoridad, en vez de oídos abiertos reciben el “golpe de la ley”, como les ha ocurrido a nivel estatal a los empresarios taurinos. Parece que esta forma de proceder ya se volvió un hábito de quienes gobiernas en estas tierras.
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Corren fuertes rumores de que el gober Rubén Moreira ya tiene a un nuevo “favorito” al cual anda paseando en distintas reuniones. Nuestros subagentes disfrazados de tazas de café nos comentan que se trata del exalcalde de Saltillo, Jericó Abramo Masso, actual diputado federal, a quien don Rubén ha presentado con integrantes de la Iniciativa Privada de la Laguna y otras regiones y recientemente ha llevado a importantes encuentros en exclusivos lugares del DF. Esta situación ha despertado comentarios entre los espectadores de la cosa pública, los cuales ven que mientras don Jericó se acerca misteriosamente al círculo del gober, el alcalde de la Perla de La Laguna, parece un poco relegado. No se trata de un asunto menor, ya que hasta ahora se ha dicho que el jefazo de esta ciudad es la carta fuerte del mandamás para la sucesión en el gobierno de la provincia. Algunos avezados, conocedores de las entrañas de los mecanismos jurásicos del partido tricolor, comentan que el edil torreonense cuenta con varios puntos en contra para concretar sus aspiraciones, a saber: que huele demasiado a Moreira; que carece de la aceptación en las cúpulas políticas y económicas de la Urbe de Adobe; que no es del círculo cercano al preciso Peña Nieto ni al del “Padrino” Beltrones -quien tiene como protegido a Alejandro “La Coneja” Gutiérrez-; que no ganó por sí solo la alcaldía de Torreón, sino ayudado por los partiditos satélites del PRI, y que tiene asuntos incómodos relacionados con su administración, como el de las cuotas municipales destinadas al partido y el polémico contrato del alumbrado público. Dicen los que saben que con todos estos asegunes, no resultaría extraño que el gober busque cartas fuertes alternas y una de ellas es el exedil saltillense, quien terminó su gestión con altos índices de popularidad, además de ser de la capirucha estatal. Habrá que ver.
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El que cada vez se toma más en serio eso de que puede ser el candidato del PAN a la gubernatura de Coahuila es el alcalde de Monclova, Gerardo García. Como prueba, basta ver que para su segundo informe de gobierno, presentado esta semana, puso a su gente a inundar las redes sociales con la etiqueta #MonclovaCoahCdDeObras al grado de convertirla en tendencia a nivel nacional, cosa que sorprendió a propios y extraños. Pero en un rápido ejercicio de revisión de las cuentas que colocaron y replicaron el mensaje es posible constatar que la gran mayoría son bots, es decir, cuentas falsas creadas sólo para posicionar mensajes políticos. La gran pregunta es ¿cuánto le costó el chistecito al alcalde, o sea, al pueblo monclovense? Ahora bien, no sólo en promover su imagen se ha enfocado don Gerardo, sino también en “amarrar” los hilos de la política de su municipio. Y es que hace un año, en su primer informe, hubo varias manifestaciones, incluso de ediles de su partido, quienes exigían que se esclarecieran varios gastos que consideraban excesivos por parte de García. Pero ahora las protestas disminuyeron y quienes antes reprobaron al alcalde ahora le aplaudieron. Los conocedores de la polaca monclovense no se tragan el cuento de que todo marcha sobre ruedas, sino que creen que más bien don Gerardo está tejiendo por debajo del agua y haciendo concesiones para calmar las aguas y ganarse adeptos, incluso entre algunos regidores priistas que, ahora resulta, le aprueban todas sus propuestas en el Cabildo. Entre los panistas asistentes a su informe estuvieron los exdiputados federales y suspirantes Guillermo Anaya y Marcelo Torres, la legisladora local Larissa Montiel, alcaldes del Centro y Norte de la provincia, empresarios y la exdiputada Esther Quintana, quien anda echándole muchas flores al munícipe. A ver para qué le alcanzan.
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Ya entrados en el terreno de los suspiros, pero ahora del lado de Durango, cuentan que la decepción invadió a un buen número de seguidores de la senadora Leticia Herrera luego de que ésta aceptara el acuerdo del CEN del PRI de contender otra vez por la alcaldía de Gómez Palacio en vez de saltar en pos de la gubernatura. Dicen los que saben que la negociación no fue fácil, sobre todo porque al gober Jorge Herrera Caldera le costó harto trabajo convencer a los jerarcas del partido de que Esteban Villegas, alcalde de Durango, era la mejor opción para que el tricolor mantenga la hegemonía en la provincia. La pregunta que circula en los corrillos es qué negociaron los Herrera de La Laguna para ceder la candidatura al gobierno estatal. Algunas voces malintencionadas especulan que además de conservar el feudo gomezpalatino, dicen que el arreglo incluyó que dejaran en santa paz sus negocios y que cada quien a lo suyo y cada cual a sus territorios. No obstante, hay quienes se aventuran a opinar que el 5 de junio de 2016, día de la elección, pudiera haber una sorpresa -con sabor a venganza- gracias a algo que se llama “voto cruzado” y que así como hace cinco años los laguneros le dieron el triunfo a don Jorge, ahora se lo pudieran quitar a su delfín Villegas. Por lo pronto, la gente de José Rosas Aispuro no pierde el tiempo y en redes sociales ha iniciado una campaña que dice: “¿Te quedaste sin candidata? Tenemos una opción para ti”, y ponen la foto del “Güero”, quien será el aspirante del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano. Va a estar dura la pelea.
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Muy desconcertados andan todos los actores políticos en la Ciudad Jardín, quienes olvidaron ya la vieja premisa de “el que se mueve no sale en la foto” e inauguraron la era del juego de las sillitas, donde todos quieren levantarse de su sitio y buscar otro acomodo. Lo que nadie sabe es qué va a pasar con el alcalde Luis de Villa, de quien se dice se puede ir como candidato a curuleco estatal, ser parte de un enroque para suplir al secretario de Educación, Héctor Vela -que parece que competirá por la alcaldía de la capital de los alacranes-, o esperar su tiempo para incorporarse al próximo gabinete estatal. Esta incógnita parece divertirle a don Luis, quien por si sí, o por si no, ya anda planchando el cierre de año reconociendo a su cabildo y recibiendo premios una semana sí y la otra también, mientras todos se muerden las uñas por renunciar a sus cargos de diputados, regidores y presidentes de partido. Y es que el alcalde, como dice la canción, “está que se va, que se va, que se va y no se ha ido”. Lo cierto es que parece confiado en que cualquier escenario le es favorable, pues cuando le preguntan por su futuro, el sigue el clásico discurso de “estar enfocado en su labor al frente de Lerdo” y remata con una frase al estilo del Filósofo de Güemes: “lo más probable es que me quede, pero que si no, pues entonces sí me voy”.
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El comité dictaminador que se formó para vigilar la licitación de la modernización de alumbrado público de Gómez Palacio resultó ser sólo una bonita figura decorativa. Los regidores que lo integran no tienen idea de nada porque el polémico director de Servicios Públicos, Antonio Chincoya, no les ha dado la información que le pidieron hace semanas sobre dónde se instalarán las lámparas con luz Led; el uso que tendrán las luminarias que se retiren, y los gastos del mantenimiento. Y esto ocurre a días -incluso horas- de que se emita el fallo en la licitación y se decida cuál empresa se hará cargo de cambiar las luminarias, con el crédito de 158 millones de pesillos que Banobras otorgó al municipio. Por si fuera poco, tampoco están enterados de las bases de la licitación y de que algunas empresas interesadas en participar quedaron excluidas precisamente por el contenido de las mismas que, según alegan, están orientadas a favorecer a una sola compañía. O sea que piden cosas tan específicas que sólo una de las concursantes puede cumplir (seguramente el lector de Torreón tendrá aquí un déjà vu). Y las malas lenguas, muy venenosas, han dicho desde que surgió el proyecto que quienes pudieran estar detrás de la empresa a favorecer con la licitación son el exalcalde Ricardo Rebollo, el agricultor José Luis Padilla y el propio alcalde Pepe Campillo, así como don Tony Chincoya. ¿Será?
