Conforme se acerca el arranque del tercer año (quizás el último, si las cosas le salen) del alcalde Miguel Riquelme, comienzan a sonar cada vez más fuerte las primeras víctimas de los tan anunciados cambios a realizar en su gabinete. Los subagentes disfrazados de puertas y ventanas del edificio público más soleado de la ciudad informan que al parecer la ascendencia de algunos recomendados por el gober Rubén Moreira ya se agotó, por lo que sería con ellos por donde probaría su filo la temible guadaña. Un nombre que suena fuerte desde hace algunas semanas es el de Jaime Russek, director de Fomento Económico, de quien las malas lenguas dicen que anda más ocupado fomentando la bonanza de sus negocios antreros y gastronómicos que en establecer estrategias para planear el desarrollo económico municipal.
Otro que también se oye es José Elías Gánem, polémico director de Prevención del Delito, del cual se comenta que ha quedado al margen de dos las obras que más presumirá don Miguel en su informe y que tienen que ver con todo el asunto de la prevención social de la violencia, a saber: el complejo deportivo y cultural La Jabonera y la Línea Verde inaugurada ayer. Además, dicen que don Pepe ya anda buscando una nueva chamba, pero ahora en Simas. Otros nombres que ya desde hace rato están en la lista negra son el de Manlio Gómez Echávarri, director de Pensiones; Ricardo Hamdan, director de Vialidad, que se mete en cada problema, y Gabriel Calvillo, director de Urbanismo, que pocos saben en realidad qué hace. Los más agudos y ácidos observadores de la administración municipal aseguran que en la lista no puede faltar (y probablemente no falta) Alberto Porragas, director de Protección Civil, ave de cien tempestades que, comentan, ha hecho de la dependencia a su cargo un feudo de jugoso beneficio.
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Contrario a lo que muchos piensan, dicen que el II Informe de Gobierno del alcalde de Torreón no será miel sobre hojuelas o, al menos, que algunos se esforzarán para que no lo sea. Nuestros subagentes disfrazados de bonitas invitaciones oficiales nos comentan que la bancada panista de regidores del Cabildo de Torreón, asesorados y azuzados por los jerarcas del PAN, Guillermo Anaya y Luis Fernando Salazar, están muy ocupados preparando lo que aseguran será una “bomba” para el próximo viernes 11 de diciembre, día en que el inquilino del séptimo piso del Invernadero Mayor se vestirá de gala para ofrecer su mensaje por los dos años de gobierno. Pese a que en actos recientes de inauguración de obras don Miguel les ha hecho muchos “cariñitos” a algunos de ellos -como Ignacio Corona, el regidor panista más priista del ayuntamiento-, los ediles opositores pretenden armarle un buen mitote el mero día del informe. Dicen las lenguas viperinas que los señalamientos ya no serán sobre el incómodo tema del millonario contrato de la concesión del alumbrado público ni tampoco acerca de las sempiternas quejas de la síndica Gabriela Casale porque el tesorero Enrique Mota no le da la información, a tiempo, que solicita insistentemente, lo cual la lleva a calificar a la administración de opaca y falta de planeación. ¿Serán entonces las tardadas obras del Paseo Morelos? ¿Será acaso la inacabable pavimentación? ¿Será la promesa incumplida de adelgazar la nómina municipal? ¿O será el asunto de las cuotas de la discordia? Hay tanta emoción por lo que sucederá ese día, que se espera sea algo parecido a lo que el diputado local Jesús de León le hizo al gobernador el día en que presentó su IV Informe de Gobierno, cuando le cuestionó sobre el destino de la deuda y don Rubén terminó por culpar al PAN de todo el desbarajuste financiero de la pasada administración estatal.
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Cuentan los que saben cómo se mueve la grilla local que el nombramiento de Antonio Gutiérrez Jardón como presidente de la Fundación Colosio filial Torreón -la Caja Grande del PRI- tiene un único objetivo: perfilarlo como candidato del tricolor para la minialcaldía del año 2018 con la posibilidad de reelegirse para el periodo de 2019-2021. Y es que, como ya se había adelantado en este espacio, don Antonio, que ha sido ponderado por su jefe, el gober Moreira, como “el mejor secretario de Desarrollo Económico que ha tenido Coahuila”, sonaba desde hace tiempo como una posible carta en el caso de que por el lado del PAN quedara como candidato el exdiputado federal Marcelo Torres Confiño, hombre de confianzas del Pastor Nacional Blanquiazul, Ricardo Anaya. Aunque no es seguro aún -¡qué hay seguro en la traicionera política!- que don Marcelo sea el abanderado panista, porque falta por ver si el senador Luis Fernando Salazar cambia de bríos y en vez de lanzarse por la Silla Máxima de la provincia se conforma con el trampolín de la alcaldía, todo parece indicar que los priistas no quieren perder el tiempo y empezarán a foguear a su posible aspirante. Cabe destacar que la presidencia local de la Fundación Colosio no es una responsabilidad menor, ya que se trata de la organización que además de formar cuadros tricolores maneja ingentes recursos, como los de las cuotas de los trabajadores municipales de Torreón que muy amable y acomedidamente cobraba la Tesorería Municipal. Con este cargo, don Toño se estrena en el mundo de la ingeniería electoral que en los últimos años ha sido feudo político del eje Medina-Hernández Velez.
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Algunos militantes del PRI en La Laguna que continúan rumiando su pena por la designación de Esteban Villegas como candidato de imposición -perdón, de unidad- creen que la decisión del CEN tricolor puede estar mañosamente diseñada, por el muy, pero muy, mañoso Manlio Fabio el “Padrino” Beltrones. La supuesta estrategia de enviar a la senadora Leticia Herrera a competir otra vez por la alcaldía de Gómez Palacio con la firme intención de amarrarle las manos durante el proceso electoral, parece que no los es tanto. La estratagema aparente es que los Herrera de la Comarca se vean obligados a apoyar al delfín de los Herrera de la Capital de los Alacranes con la cuestión del acarreo de votantes, ya que don Esteban no es muy popular que digamos en esta región, y los maldicientes dicen que tampoco en el resto de la provincia. Pero no son pocos los que se siguen preguntando cuál es la verdadera razón que está detrás de todo este amarre. Y es que el hecho de que la exalcaldesa pudiera apoyar en mucho, pero discretamente, a su compañero del Senado, José Rosas Aispuro, principal rival de Villegas, en una revancha contra el gober Jorge Herrera Caldera, tiene a los más paranóicos del PRI local con los dos ojos puestos sobre el grupo de doña Lety, sobre todo luego de que ésta dijera bien clarito en el video que subió a la red que básicamente no la dejaron llegar y que ella nunca claudicó en su intención de gobernar Durango, video donde deja ver también que “vigilará” (seguramente con lupa) que Villegas cumpla todos y cada uno los compromisos de campaña hechos en La Laguna, tierra que siempre pasa a segundo plano por el gobernador del PRI en turno. Y un subagente allegado a estas tenebras arguye que en el gran tablero político nacional el PRI pudiera estar pensando en sacrificar Durango para vestirse de demócratas en una entidad que hasta ahora no conoce la alternancia, ganando claro está todas las demás gubernaturas, a sabiendas de que el “Güero” Rosas Aispuro es, además de expriista, una oposición muy leal y cómoda, como lo demostró en el arreglo a las reformas del preciso Peña Nieto. Vaya usted a saber.
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Harta preocupación y temor existe entre las víctimas de una conocida banda de secuestradores originaria de Ciudad Juárez, Chihuahua, pues aunque ya recibieron sentencia por algunas de sus fechorías cometidas años atrás en La Laguna, trascendió que la defensa de los sentenciados tiene mucho interés en que los procesos sean turnados a la siguiente instancia legal, ya sea con el magistrado de la Sala Auxiliar, Francisco “Pancholín” Gómez Flores, o con el magistrado del Segundo Tribunal Distrital, Martín Granados. Dicen los conocedores de los entresijos legaloides que ahí ya están apalabradas las apelaciones que podrían permitir la liberación de los presuntos malandrines, lo cual además de una injusticia para las víctimas, resultaría un peligro latente para la sociedad en general ya que los aún distinguidos huéspedes del Cereso podrían volver a las andadas una vez saliendo. Como recordará, memorioso lector, dicha banda está conformada por integrantes de una misma familia procedente de la citada ciudad fronteriza que, según los reportes policiales y judiciales, vieron en la Comarca una mina de oro para cometer varios secuestros de conocidos empresarios, a cuyas familias esquilmaron además de causar gran angustia. México, no te acabes.
