Cortesía Dion Neutra
Richard Josef Neutra forma parte del grupo élite de los arquitectos más importantes del siglo XX junto con figuras como Le Corbusier, Frank Lloyd Wright y Mies van der Rohe, entre muchos otros, sin embargo, su legado ha sido fuertemente dañado frente a la mirada cómplice de una sociedad indolente.
Austríaco y americano, universal, poeta, científico, filósofo, psicólogo y arquitecto de oficio, Richard Neutra representa ampliamente al hombre del siglo XIX. Hombre simpático, conservador, elegante y culto, amigo de grandes personalidades del mundo como Freud y Arnold Schöenberg.
Emigró de Austria, a los Estados Unidos en 1923, donde fue por muchos años el más famoso arquitecto debido al peso de sus ideas, conceptos y, por supuesto, magistrales obras cuyo eco sigue escuchándose claramente en la actualidad, aunque desgraciadamente muchas de ellas se han ido modificando arbitrariamente, han sido abandonadas o demolidas. Ante esta situación surgen diversas interrogantes: ¿Cómo puede un país de primer mundo permitir que su patrimonio arquitectónico sea dañado? ¿A quién le corresponde reclamar por este tipo de acciones y por qué no están consideradas como un crimen? De cierto modo, la arquitectura está en desventaja con respecto a las artes y los bienes culturales producidos por otras disciplinas; ¿se pasaría por alto, por ejemplo, el daño a un Picasso o un Dalí?
Desafortunadamente la mayoría de las veces los intereses están por encima de la herencia cultural, un hecho lamentable porque refleja los valores de la sociedad decadente y superflua en la que vivimos.
SUS PREDILECTOS
A pesar de que el universo arquitectónico de Richard Josef Neutra era amplio y variado, él tenía tres obras favoritas: La casa de reposo Lovell (California) Gettysburg Cyclorama Center (Pensilvania) y La Casa Kaufmann (California), en ese orden, según indica su propio hijo, Dion Neutra.
De esos proyectos, sólo las casas permanecen en pie (aunque la última ha sido modificada y posteriormente restaurada), sin embargo el Gettysburg Cyclorama, una verdadera obra maestra construida en 1961, fue demolido en 2013 a pesar de las muchas personas interesadas en su conservación y rescate.
EL EDIFICIO QUE FUE
El Gettysburg Cyclorama Center fue un edificio histórico construido entre 1958 y1962 en un claro de árboles del National Military Park (Parque Militar Nacional) en Gettysburg, Pensilvania, Estados Unidos, el cual albergaba el ciclorama pintado por Paul Philippoteaux en 1883 que representaba fielmente la Batalla de Gettysburg, sucedida en ese preciso lugar durante la Guerra de Secesión.
La obra, tristemente demolida en marzo de 2013, estaba compuesta por un gran cilindro con columnas perimetrales y volúmenes recubiertos con piedra. Además del gran cilindro, y tomando de él su centro, se conformaban algunas áreas de servicio y un auditorio en forma de abanico, resultando todo el conjunto una composición abstracta muy agradable a base de volúmenes básicos.
Además, un brazo o prisma rectangular salía de estos dos elementos para conformar el resto de las áreas de servicio del museo. Los niveles inferior y superior de esta área estaban conectados por una gran rampa panorámica. Todo en medio de una amplia área abierta desde donde se podía disfrutar de la naturaleza, el auditorio incluso podía abrirse en fechas importantes para eventos masivos. El proyecto original de Neutra contaba con una torre que finalmente no fue construida.
SANTUARIO DE UNA NACIÓN
La selección de la firma Neutra and Alexander para el diseño del Gettysburg Cyclorama Center fue de cierto modo un golpe de suerte, ya que por entonces el desapacho aún no contaba con gran reconocimiento, sin embargo, Richard Neutra y Robert Alexander (su primer socio) demostraron que tenían el conocimiento y la experiencia para hacer frente a este tipo de proyectos. Las batallas históricas, como la Gettysburg, representaban para ellos un desafío que resolvieron con una propuesta fresca e innovadora que respetaba el alma y la historia de ese terreno que puede considerarse el corazón de la identidad americana.
La importancia del sitio donde Neutra edificó su obra es equiparable a la de nuestro Zócalo capitalino o nuestro Castillo de Chapultepec ya que su terreno es una especie de santuario que contiene la sangre de una gran nación y resguarda los recuerdos del esfuerzo por crear una sociedad libre y de oportunidades, el Gettysburg Cyclorama Center formaba parte de él.
En un lugar como Gettysburg, Pennsylvania, es muy importante tener en cuenta y respetar el entorno con todos sus elementos: árboles, valles, vistas, monumentos, zonas arqueológicas, muros, vallas, etcétera. La firma de Neutra tuvo la precaución de estudiar mapas antiguos que le permitieron encontrar el lugar adecuado para esbozar un proyecto no intrusivo. Esta tarea normalmente toma mucho tiempo de investigación histórica y pocos despachos se toman la molestia de hacerla, pero Neutra lo hizo y logró su objetivo.
Era muy claro que el objetivo del ciclorama era ayudar a entender profundamente el lugar y la batalla que ahí se libró, y en ese sentido, era un edificio que se podía visitar, vivir su interior y finalmente ponerse de pie en el paisaje para imaginar la muerte de tantas personas, las luchas y el resto de las escenas de aquellos días. Era un libro abierto en el interior de un espacio que brindaba la oportunidad de conocer la historia de manera didáctica.
La idea de Neutra para reunir a miles de personas en el sitio durante el aniversario también era genial, su rampa, que cambiaba de dirección de derecha a izquierda y de arriba a abajo, era la mejor manera de manejar los recorridos de los visitantes en un edificio, creando vistas hacia los detalles interiores y exteriores con la intención de propiciar una experiencia significativa e inolvidable.
Los grandes proyectos no son sólo construcción, son libros e historia construidos, son espíritu inmaterial que trasciende y el Gettysburg Cyclorama Center no fue la excepción, si queremos dejar algo que valga la pena en el campo de la arquitectura debemos ser investigadores, historiadores, tener cultura arquitectónica.
DEMOLICIÓN
"Demolición", una palabra corta que significa mucho y que refleja una ruptura con nuestra historia. Demoliciones que no deberían ser y que, sin embargo, fueron, que duelen y dolerán, el Gettysburg Cyclorama Center pertenece a ese grupo de edificios que por ignorancia caen para no volver jamás.
Hace algunos años, Dion, el hijo y heredero del legado de Richard Neutra, fundó The Neutra Institute for Survival Through Design, en los Ángeles, California (en español Instituto Neutra para la supervivencia a través del diseño), el cual se encarga de luchar por el rescate y mantenimiento de las obras de su padre no sólo en Estados Unidos sino en el mundo.
En marzo de 2013, después de 15 años de esfuerzo y miles de firmas y peticiones de salvación, el Servicio de Parques de Estados Unidos presidió la destrucción del edificio ciclorama de Gettysburg.
Tras la demolición, Dion publicó el libro The preservation disaster of the 21st. Century, The life and death of the Neutra Gettysburg Cyclorama Center, donde describe todo lo sucedido con el edificio, su vida y su muerte, un suceso lamentable que debería servir de lección para detener este tipo de acciones en todo el mundo.
El libro es un llamado a la cordura y a la inteligencia que hace entender ampliamente la palabra "respeto" en el campo de la arquitectura.
Estamos viviendo una época donde hay grandes proyectos y edificaciones, pero también donde la falta de respeto a nuestra arquitectura no sólo sucede en Estados Unidos sino en el mundo.
No hay mayor mentira que pensar que sólo es valioso construir algo nuevo, es mucho más valioso conservar lo que merece ser conservado. Gracias al libro de Dion Neutra es posible analizar y conocer todos los detalles, anécdotas o historias que hay alrededor de esta obra y de otras que hoy por desgracia se siguen perdiendo en un país donde el dinero es ley.
Es sorprendente ver cuántos edificios son demolidos ahora por todo el mundo, las retroexcavadoras siguen trabajando sin parar y nadie dice nada, los ciudadanos no se mueven y los que lo hacen simplemente son ignorados.
La pérdida de este edificio histórico es la continuidad de una ola de inercia que se da en nuestras “sociedades civilizadas”, es el lado oscuro de una arquitectura "espectacular" que surge para que otra muy digna desaparezca sin clemencia, sin criterio. Ejemplos hay no sólo en Norteamérica, sino en América Latina, en Europa y todo el orbe.
El progreso no se fundamenta en destruir los recuerdos, la memoria, la historia, hacerlo incluso debería ser considerado un crimen.
El objetivo de Dion Neutra y de The Neutra Institute for Survival Through Design, es salvaguardar todos los edificios legados por su padre, pero su actividad es sólo una pequeña parte de un gran movimiento que hay que empezar en muchos sitios y al mismo tiempo, definiendo, primordialmente, los edificios a rescatar, pues muchos siguen tras el velo del desconocimiento o no se clasifican en las revistas y catálogos. Hay que entender y estudiar la preservación como una obligación para el patrimonio.
Correo-e: jatovarendon@yahoo.com