Samson Michael, empleado de un hotel, testificó en el caso. Vieron a Hernández armado
Un empleado de un hotel en Boston testificó ayer que Aaron Hernández llevaba al parecer un arma a la cintura dos noches antes del asesinato que ahora se imputa al exjugador de la NFL.
Samson Michael dijo que trabajaba como gerente de atención a los clientes del servicio de estacionamiento en el Hotel W de Boston en junio de 2013. Relató que había visto a Hernández frente al hotel, aproximadamente a la 1:30 de la madrugada del 15 de junio, dos días antes de que Odin Lloyd fuera asesinado a tiros en un parque industrial cerca de la casa del extight end de los Patriots de Nueva Inglaterra.
Lloyd tenía una relación con la hermana de la prometida de Hernández.
El lunes, una mujer que trabajó cuidando a la hija de Hernández dijo que Lloyd estaba con el exdeportista y con otro hombre en la noche referida por el empleado del hotel. La niñera dijo que se topó casualmente con Hernández y con los otros dos hombres en el W.
En el testimonio del martes, Michael declaró que Hernández había dejado una camioneta deportiva negra en el servicio de estacionamiento del hotel, y había vuelto para sacar algún objeto del vehículo. De acuerdo con Michael, Hernández estaba de pie ante una portezuela del vehículo, que estaba abierta.
Michael dijo que no es seguidor del fútbol americano y desconocía entonces quién era Hernández.
"Sólo noté que había un caballero con la camisa levantada hasta el pecho y con lo que parecía ser una pistola, ceñida a su cintura", dijo Michael al jurado.
Cuando el fiscal William McCauley le pidió que describiera el arma, Michael respondió que se trataba de un "objeto negro".
"Parecía una pistola", añadió. "Pude ver sólo la mitad de ésta, prácticamente sólo la cacha".