El partido entre Schalke y Bayern tuvo gran convocatoria. (AP)
Pese al incremento de las medidas de seguridad en todos los estadios alemanes tras los ataques terroristas en París, incidentes violentos entre aficionados rivales mostraron el lado oscuro del fútbol este fin de semana.
La policía de Gelsenkirchen informó que detuvo a 196 personas en el partido Schalke-Bayern Munich, en el peor brote de violencia el sábado por la noche.
Incidentes similares se dieron en Moenchengladbach y Hannover, y en un partido de la tercera división en el que simpatizantes del Magdeburg irrumpieron a la fuerza en la cancha y pelaron con los guardias del SG Sonnenhof Grossaspach.