Horror. Personas heridas fueron rescatadas de la sala de conciertos Bataclan en París que fue atacada por un grupo de personas armadas que dejaron decenas de muertos. La capital francesa sufrió ayer su ofensiva más letal desde la Segunda Guerra Mundial. (EFE)
La capital de Francia vivió ayer una jornada de terror debido a varios ataques simultáneos que dejaron al menos 120 personas muertas, un número no determinado de heridos y un clima de miedo y conmoción en el país y el mundo.
Se trata de uno de los peores atentados terroristas ocurridos en el continente europeo y la ofensiva más letal que ha golpeado a Francia desde la Segunda Guerra Mundial.
El fiscal general de la República, François Molins, informó que alrededor de las 10:00 pm de ayer viernes (3:00 pm hora del centro de México) fueron perpetrados seis atentados en los céntricos distritos 10 y 11 de París y en las inmediaciones del Estadio de Francia (al norte de la ciudad), en donde se disputaba un partido amistoso de futbol.
El funcionario dijo que al menos cinco terroristas implicados en los ataques fueron abatidos por las fuerzas del orden, aunque no quedaba claro cuántos actuaron ni cuántos estaban prófugos. Las autoridades dijeron que la cifra de muertos en todos los lugares atacados podría superar los 120.
La peor matanza ocurrió en la sala de conciertos Bataclan donde habría de presentarse una banda de rock. Decenas de jóvenes asistentes fueron tomados como rehenes y los atacantes les arrojaron explosivos.
Dos horas después del ataque a Bataclan se escuchaban disparos aislados en el interior y en el exterior. Un testigo aseguró que, mientras disparaban, los atacantes gritaron "Allahu Akbar" (Dios es el más grande). La policía, que tomó por asalto el lugar y mató a tres de los agresores, encontró una sangrienta escena.
Al cierre de edición, las autoridades trabajaban en la contabilización e identificación de los cuerpos en el recinto, aunque fuentes policiacas calculaban que eran al menos 80 los muertos.
Además de los fallecidos en la sala de conciertos, el fiscal indicó que dos personas murieron en el Estadio de Francia debido a explosiones en los alrededores; 18, en el boulevard de Charonne; una en el boulevard Voltaire; cinco en la rue de Fontaine-au-roi, y 14 en la rue Alibert, a causa de tiroteos.
A la medianoche de Francia, el presidente François Hollande declaró el estado de emergencia en todo el país y anunció el cierre de fronteras -poco después, el ministro de Exteriores informó que los aviones y trenes seguirían operando- y la movilización de más de 1,500 soldados. Unas horas después, Hollande manifestó que el "combate (contra los terroristas) será sin piedad".
La violencia llenó de miedo la ciudad y superó los horrores de la matanza en las instalaciones de la revista Charlie Hebdo de hace apenas diez meses.
Nadie se adjudicó de inmediato la responsabilidad de los ataques. Yihadistas elogiaron en Twitter los ataques y criticaron las operaciones militares de Francia contra extremistas del Estado Islámico (EI) de Irak y Siria.
La matanza provocó las reacciones de repudio de numerosos dirigentes a nivel mundial.
El presidente estadounidense Barack Obama aseguró que "este no es un ataque sólo a París, no sólo al pueblo de Francia, sino un ataque a toda la humanidad y a los valores universales que compartimos".
En el mismo sentido, el Vaticano condenó los atentados y afirmó que son "un ataque a la paz de toda la humanidad que requiere una reacción decidida y conjunta" para luchar contra "el odio homicida".
