(Segunda parte)
El Sacerdote Rodríguez Tenorio llegó a esta ciudad en 1963, procedente de su estado natal Zacatecas, bajo el obispado de don Fernando Romo Gutiérrez. La idea de construir un Santuario en la cima del Cerro de las Noas nació del Padre Rodríguez Tenorio durante un viaje que realizó a España en donde conoció el monumento a los caídos durante la Guerra Civil.
Entonces, pensó realizar en Torreón algo similar. Años después, durante una visita que lo llevó a Río de Janeiro en 1972, conoció el Cristo Redentor del Corcovado, lo que más lo motivó a madurar la idea de construir un santuario a Cristo Rey.
En 1973, se dio a la tarea de cristalizar su proyecto. Tuvieron que transcurrir varios años para poder dar forma a 580 toneladas de concreto armado. El proceso que se siguió fue el de vaciar cada uno de los moldes previamente elaborados. Las propias dimensiones del Cristo impusieron un gran reto y ofrecieron no pocas dificultades. Terminado, midió exactamente 20.80 metros, casi uno más que el cristo del Cerro del Cubilete de Silao, 2.20 metros menos que el Cristo de Pachuca y 14 menos que el Cristo de Río de Janeiro, Brasil.
Su costo fue de $400,000 dólares (quince millones de pesos de aquella época). La inauguración se llevó a cabo el 7 de abril de 1983. Fue una ceremonia emotiva y majestuosa a la que concurrieron 36 obispos y el entonces Nuncio Apostólico Jerónimo Prigione y decenas de miles de feligreses.
El Cristo de las Noas, diseñado por el escultor Vladimir Alvarado y el Arq. Jaime Alvarado Chaparro, fungiendo como ingeniero calculista Jaime Jiménez, fue elaborado en Cd. Juárez, Chih., iniciándose su construcción el día 17 de abril de 1980, mira hacia el norte, con la cabeza levemente inclinada hacia abajo. Tiene los brazos extendidos como quien va al encuentro de un viejo y querido amigo. "Significa que abraza a todo el pueblo de Torreón", comenta al respecto el Padre Rodríguez Tenorio.
Dentro del complejo turístico-religioso, sede de la figura de Cristo Rey, se encuentran además réplicas de los lugares santos: La Capilla del Calvario, la Cueva de Belem, la Capilla de la Ascención, El Santo Sepulcro, el Teatro Romano, la Casa Conventual. El Santuario tiene como patrona a la Virgen de Guadalupe, réplica de la del Tepeyac, tiene capacidad para mil quinientas personas, en ésta se encuentra una corona de bronce, un candil y un sagrario que regaló el Papa Juan Pablo II, así como un vía crucis de hierro forjado, obra de Ing. Alejandro Reza. Toda la construcción es de piedra canteada, con marcadas reminiscencias medievales. Los sólidos muros miden entre 0.60 y 1.10 metros, los aposentos son amplios y frescos.
Para llegar a este complejo turístico-religioso, hay una ruta pavimentada de dos carriles llamada Calzada de los Misterios, muy bien iluminada, inaugurada por el Gobernador del Estado el día 4 de abril de 1998. También, hay una escalinata con 750 peldaños por los que año tras año son recorridos por miles y miles de personas sobre todo en las festividades de Semana Santa.
Hace poco más de un año, el pasado 5 de diciembre, partió el S. J. José Rodríguez Tenorio, inició un viaje sin retorno; su deceso consternó a toda la Comarca Lagunera de ambos estados, así como a la grey católica.
Sus funerales estuvieron a la altura de un hombre que entregó su vida a múltiples causas nobles. Su gran proyecto, el más conocido e importante, continúa adelante y de ello soy fiel testigo presencial, ya que periódicamente subo a "supervisar" sus avances e informarme a través de uno de sus más fieles seguidores de la obra, el Maestro Albañil Sergio Arguijo Martínez, quien se encuentra al frente de esta monumental obra desde 1987 y en quien el Padre Rodríguez Tenorio depositaba toda su confianza, quien me mantiene al tanto del avance de este interminable proyecto, pero, ¿cómo es que continúa adelante? ¿Quién o quiénes se están encargando de ello?
La mayoría lo ignoramos, pero vemos que su construcción continúa avanzando, no se detuvo ni en los días de sus funerales y muchos laguneros celebramos que de última hora se anunciara que sus restos serían depositados, no en uno de los tantos cementerios que existen en la ciudad, como se había anunciado en su esquela, sino en una de las tantas capillas que él mandó construir: La Capilla de la Resurrección, donde de acuerdo a su nombre, esperará pacientemente que este día bíblico llegue y yo, como buen creyente, seguro estoy que él, desde el lugar donde se encuentra, continúa dirigiendo la obra que inició hace más de cuatro décadas y que tanto se enorgullecía de ella. DESCANSE EN PAZ.
Es interesante agregar que a tres meses de su partida, la Diócesis de Torreón en unión con la Administración Municipal 2014-2017, colocan en la Plaza de San Francisco una placa metálica con la siguiente leyenda: "Al Padre José Rodríguez Tenorio en su 50 Aniversario de vida Sacerdotal: Gracias a su entrega dejó huella entre los laguneros. Su legado y obra en la ciudad de Torreón quedará por siempre en las actuales y nuevas generaciones. El Santuario del Cristo de las Noas, un complejo turístico-religioso, réplica de Tierra Santa, el símbolo de nuestra tierra e identidad como torreoneses y laguneros. El Padre José Rodríguez Tenorio vivirá por siempre en nuestros corazones. Torreón, Coahuila a 23 de marzo del 20l5.
Con motivo de este primer aniversario luctuoso, familiares y amigos de su población natal Troncoso, Zacatecas, visitaron la ciudad de Torreón y en especial el complejo turístico-religioso del Cristo del Cerro de las Noas, en cuyo santuario ofrecieron una ceremonia religiosa por el eterno descanso del alma del Padre Rodríguez Tenorio. (Diciembre del 2015)
