(Primera de dos partes)
"AYER, a las 14:05 horas, partió a la presencia de Nuestro Dios, el Pbro. José Rodríguez Tenerio, a la edad de 77 años, originario de Troncoso, Zacatecas. Lo participamos a usted el Obispo Don José Guadalupe Galván Galindo y la Diócesis de Torreón, quienes suplicamos pedir a Dios Nuestro Señor por el eterno descanso de su alma. El duelo se recibe en el Templo de Catedral de Nuestra Señora del Carmen, se celebrará misa de cuerpo presente hoy viernes a las 12:00 horas en Catedral, después saldrá en homenaje al Cristo de las Noas, donde se celebrará una misa mañana sábado a las 12:00 horas, partiendo el cortejo a las 13:00 horas rumbo al cementerio Jardines del Tiempo. Torreón, Coah., a 5 de diciembre del 20l4"
Solíamos subir al Cerro de las Noas a fines de la década de los setenta, cuando tan sólo había un escabroso camino sobre lo que actualmente es un moderno bulevard conocido como la Calzada de los Misterios; ya para entonces, existía un pequeño Cristo de tal vez unos siete u ocho metros de altura, sobre el cual, años más tarde, se sientan las bases para dar origen a la actual figura de Cristo Redentor de 20.80 metros de altura, sin embargo, subir era muy, muy esporádicamente, pues tampoco existía la escalinata que por la parte frontal nos lleva hasta los pies del Cristo.
Fuimos testigos de cómo lenta pero constantemente se trabajaba para dar origen al complejo religioso más impactante de toda la República Mexicana y tal vez del mundo entero, ya que no conforme con la figura monumental, se ha llegado a formar un complejo religioso que pensamos nunca se habrá de terminar, pues a un proyecto ya concluido, se continúa con otro, y más tarde otro y otro más. Platicar con el Padre Rodríguez Tenorio era adentrarse en sus mil y un proyectos; su orgullo y satisfacción eran dignos de admirar, ya que al finiquitar una obra, de inmediato se continuaba con otra más y me llevaba a pensar que para lograr todo lo que planeaba en mente tendría que ser inmortal o bien vivir muchas, muchas décadas más.
También fui testigo presente desde que se cavó un gran hoyo para dar firmeza y resistencia a lo que años más tarde sería uno de los Cristos más altos del mundo, pues se llegó a mencionar que tan sólo el Cristo del Corcovado, en Río de Janeiro, Brasil, lo superaba en altura; sin embargo, también fuimos conociendo de otros Cristos que se fueron construyendo no sólo en nuestro México, sino también en otros países del mundo y que en poco tiempo, por decir dos o tres décadas, dejaron muy por debajo en altura a nuestro querido Cristo del Cerro de las Noas.
En el transcurso de los años, convertidos en décadas, veía con gran satisfacción que sus proyectos continuaban adelante "bajo viento y marea", como suele decirse. Si por muchos años, sobre todo antes de que se construyera el bulevar, visitaba este santuario, después de esta monumental obra realizada en el sexenio de Rogelio Montemayor Seguy e inaugurada en abril de 1998 y desde hace más de una década, vengo recorriendo, caminando, trotando, una vez por semana, los cuatro mil 500 metros que son desde el Bulevar Revolución y continuación de la calle Comonfort, de tal manera que fui fiel testigo (y lo sigo siendo hasta la actualidad) de los avances de este complejo religioso, que posteriormente se convierte en todo un atractivo turístico, al cual llegan, no sólo laguneros, sino también turistas nacionales y extranjeros.
Y dada mi afición por la fotografía, poseo cientos de ellas, así como la recopilación de cuánta nota periodística se publicaba, y se sigue haciendo, no sólo en los periódicos locales, sino también en revistas y periódicos a nivel nacional, afición con la que continúo hasta la actualidad, de tal manera que poseo más de una decena de albums con este material fotográfico y notas de información periodística.
Fui testigo presencial de otro de sus grandes proyectos: la construcción del restaurante La Mesada y la visita que hace varios años hiciera el entonces gobernador del estado, Enrique Martínez y Martínez, para la colocación de la primera piedra, de quien también recibió gran apoyo durante su gestión administrativa.
Lamentablemente, aunque ya prácticamente se encuentra terminado, el incansable Sacerdote Rodríguez Tenorio no vivió lo suficiente para ser testigo de su inauguración, que quisiera pronosticar que se llevará a cabo en breve tiempo.
Traté al Padre Rodríguez Tenorio durante más de tres décadas y puedo presumir que fuimos amigos, no dejo de admirar la gran obra de estilo medieval que deja para la posteridad a toda la Comarca Lagunera y que es conocido a nivel mundial; inspirado en esta gran obra y queriendo conocer de otros Cristos diseminados en el país, he recorrido la república tan pronto sé que en tal lugar, de cualquier entidad federativa existe en alguna gran ciudad o pequeña población, una monumental figura de un Cristo Redentor; sin embargo, de algunos de ellos ha sido la "causalidad" que me han llevado a conocer de otros tantos más, ya que al viajar por camión por alguna carretera federal o bien alguna autopista, he divisado a lo lejos otro Cristo del cual no tenía conocimiento, como me sucedió cuando viajaba de Zacatecas a Pinos, un Pueblo Mágico, y ya cerca de esta población, alcanzo a divisar la figura inconfundible que después supe se localizaba en la población de Villa Hidalgo, Zac., en el Cerro de Chiquitillo, mismo que fuimos a visitar, tomar un buen número de fotografías y recabar historia del mismo. La misma experiencia viví cuando viajaba de Tijuana a Ensenada y al pasar por Rosarito, diviso en uno de sus cerros otra monumental figura. Tuvieron que pasar algunos años para volver a este lugar turístico, subir al cerro donde se encuentra y tomar varias fotografías. A la fecha, aún ignoro su historia.