Bien podría hoy copiar y pegar una columna anterior, donde mencionaba que los argentinos recién llegados, Agustín Marchesín y Diego González, eran los salvadores del Santos.
El sábado por la noche otra vez fueron fundamentales en el resultado de los Guerreros y aunque ahora sólo alcanzó para un empate, cerca estuvieron de ser los héroes en las últimas jugadas.
Primero en el remate a quemarropa de Marchesín que ataja Cirilo Saucedo y luego en el cabezazo de Diego, que también paró Saucedo (porque aunque la jugada es difícil, creo que el balón no rebasa por completo la línea de gol).
Pero no, no hubo hazaña. Por el contrario, el equipo albiverde se dejó alcanzar y, por ahora, sigue fuera de la zona de liguilla.
Y es que si hubieran anotado la mitad de las jugadas claras de gol que generaron...
Pero así es el futbol y todos lo sabemos, si dejas "vivo" al rival estás expuesto a pagar las consecuencias en cualquier momento.
En esos minutos finales en los que Marchesín osa jugar como delantero, el partido pudo tomar otro rumbo. ¿Se imaginan? Que el portero aparte de tapar los goles en su puerta, también los meta a favor de su equipo. Ya mejor que juegue solo.
Sin embargo, Francisco Gabriel de Anda, defensor del futbol mexicano en general, comentó que lo que hizo el arquero santista no se debe hacer. Y hasta ese momento lo entendí.
El partido iba empatado. ¿Qué pasa si en esos tiros de esquina el balón llega a manos de Saucedo, éste despeja y el contragolpe termina en gol? Ni el empate se hubiera logrado.
Pero quizá lo más alarmante es que la incorporación de Marchesín al ataque deja de manifiesto que los delanteros del Santos no son confiables. Tan no hicieron su chamba, que el primer defensa tuvo que subir a poner el ejemplo en un partido en el que no se iba perdiendo.
Y, el colmo, Marchesín generó más peligro en dos minutos del que provocó "Chuletita" en el partido. Ahora imagínense si anota el gol. ¡Vaya exhibida!.
Seguramente ustedes tienen la mejor opinión: @Foko_54.
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