Aquí hay alguien que nos miente. Por un lado, se supone que Pedro Caixinha armó el equipo a su gusto. Por otro, ese equipo que él armó parece no tenerlo a gusto en la jornada 10. Pensaríamos pues que la directiva pudo haberle dicho: "es lo que hay y si quieres", pensando en una nómina "barata", pero la misma directiva ha dicho que no es tan "barata" la nómina del equipo.
Entre los aficionados al Santos la molestia va en aumento, sobre todo con el entrenador. Luego salen argumentos disculpando al portugués, que él no es quien falla las de gol. Y tienen razón. Es lógico pensar que si el equipo genera mucha llegada ofensiva es gracias al planteamiento del director técnico y si los delanteros las fallan, no se puede hacer nada desde la banca. Pero luego volvemos a lo mismo, ¿qué no fue el técnico el que armó el equipo? A su gusto. Sin líderes. Sin figuras. Sin hombres que definan.
Lo peor, el colmo, la burla: sus declaraciones. Dicen que habla un español diferente, que aún no sabe cómo expresar ciertas cosas. Pero ¡caray!, con lo que uno escucha y lee, ya no se sabe ni qué pensar. No es la primera vez que le echa la culpa a su equipo de los malos resultados.
El sábado, en el Azteca, dijo que hubo miedo escénico y que se cansó "de dar tanto para recibir tan poco". Y eso, en español, portugués, chino mandarín, ruso o lo que usted quiera, va directamente contra el equipo. ¿Y cómo no se cansa de cobrar? Pensaría más de uno.
Primero, si el equipo tuvo miedo es quizá porque no supo transmitirle otra cosa. Ni antes, ni durante ni después del partido. Pero ¿miedo a qué? ¿A un estadio lleno de butacas y cemento? ¿No quería Caixinha un equipo joven? ¿No dijo que eran jóvenes con experiencia?
Hay que ver que no se jugó contra un rival que viva su mejor momento. Aún así, se salvaron de una goleada y todos sabemos gracias a quien.
Pero, ¿cuánto más solapará la directiva al portugués? ¿Hasta que les entregue un título aparte de la Copa 'MuyX'? Porque les recuerdo, es de humanos errar y de sabios cambiar de opinión.
Y ya ni hablar de las calles encharcadas por la lluvia en Torreón y aledaños. De los baches, zanjas y verdaderos pozos sin fondo, mientras el municipio le sigue regalando dinero al equipo de casa. ¿Y todo para qué?
Por otro lado, hay que decir que después de tanto quejarnos de la Liga Mx, este Clausura 2015 ha tenido partidos vistosos y emocionantes. Si la liga quiere mejorar las entradas en sus estadios, tiene que preocuparse por el espectáculo.
Los gringos se están aplicando en la MLS, inviertiendo en figuras como David Villa y Kaká, cuyo impacto se refleja en estadios llenos (pese a que no es el deporte fuerte en Estados Unidos) y un nivel en la cancha que va a la alza.
Mientras acá, Caixinha se cansa. ¿Y la afición no está cansada? De verdad, ¿el técnico cree que alguien estará a su favor mientras le eche la culpa a sus jugadores? Creo que alguien nos quiere tomar el pelo.
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