Algunos podrán decir que Santos calificó a la liguilla gracias al empate de Tigres ante Toluca de la última fecha, es una manera de verlo. La otra es más directa: Santos calificó porque hizo los puntos necesarios para estar dentro de los 8 mejores. Así de fácil.
Evidentemente todos los resultados del torneo de todos los equipos tienen que ver para que los Guerreros, al final de las 17 jornadas, acaben con 25 unidades en el octavo lugar de la tabla (los mismos que Pachuca y Pumas, pero con peor diferencia de goles con respecto a la de los Tuzos y mejor si la comparamos con la de los azules).
Y muy a pesar de la calificación que al final parece "de rebote", Santos Laguna ahora aspira nuevamente a ser campeón; una vez en liguilla, es a lo menos que puede aspirar cualquiera.
Pero, ¿tiene Santos argumentos sólidos para hacernos pensar que se puede levantar otra vez el trofeo?
En cuartos de final se enfrentará al equipo que mejor jugó de la mitad del torneo en adelante, con el mérito adicional que también sigue "vivo" en la Copa Libertadores. Pero a la vez, jugar ante Tigres (con su doble compromiso) puede ser un aliciente para los de La Laguna, que de vez en vez se subliman en circunstancias adversas.
Además, no sería la primera vez que un octavo lugar elimine a un primero; sólo son dos partidos los que quedan por delante. De dos en dos.
Sin embargo, de avanzar a semifinales, de los cuatro posibles rivales que quedarían para Santos, se perdió contra tres en el torneo regular: América, Veracruz y Atlas. Aunque en liguilla, y como dicen hasta el hartazgo, todo puede pasar.
Aquí lo importante para el técnico portugués y sus pupilos será corregir prácticamente todo lo que han hecho mal durante gran parte del torneo y que se resume a: no ser contundentes (más los "detalles" que le quiera usted agregar).
¿Y qué pasará ahora con los reclamos acumulados que se tienen contra el entrenador (que dicho sea de paso, no son de todos los aficionados)? ¿Hasta dónde se tiene que llegar para que se le "perdonen" sus pecaditos al señor Caixinha? La respuesta la tiene cada quien; para mí, tendría que ser por lo menos con el título.
Amigo aficionado, cierto es que los Guerreros no ilusionaron a muchos durante las 17 jornadas con un estilo al que no está acostumbrado el aficionado albiverde, pero ahora el panorama parece ser más alentador. Tigres es a partir de ahora el favorito para ser campeón, pero falta ver cómo administran sus recursos para los dos torneos. De ahí en más, podría ser Veracruz o Chivas; es muy difícil apuntar a un favorito claro en la Liga Mx.
Que sea lo que tenga que ser y que, pase lo que pase, al final del Clausura 2015 la directiva tome las medidas necesarias para ser un equipo congruente en el futuro, tanto dentro como fuera del campo; que los resultados hablen por sí solos.
Mando un saludo a Pedro Acevedo y a toda la familia Muñoz, santistas en su mayoría.
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