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Voz de Palco

Eduardo Sepúlveda

Atrás quedaron 17 semanas de intensidad y angustia. De emoción y adrenalina. De golpes, intercepciones, touchdowns y esas cosas que sólo la NFL nos puede dar.

Es imposible no sentir que falta algo cuando en un domingo, en vez de 14 ó 16 partidos, nos limitamos a dos. Aunque, en teoría, esa ausencia de múltiples emociones deberían concentrarse en esos encuentros con los que se abre la postemporada.

Y cada año, cada temporada, es lo mismo. Pero la vida es así, cíclica; el deporte no tendría por qué ser de otra manera.

De los cuatro partidos de comodines, creo que dos cumplen con las expectativas y dos quedan a deber.

El sábado, los amados/odiados Steelers le dieron una alegría a miles (millones, quizá) de fanáticos del deporte de los emparrillados al caer ante su archienemigo de la división. Mejor aún, los Ravens ganaron su primer partido de postemporada en el Heinz Field.

Y ayer pintaba para que se consumara una semana "perfecta" (para esos miles, millones de aficionados), pero los Cowboys (en complicidad con los errores de los Lions) cambiaron el rumbo del partido al final y se colaron a los juegos divisionales.

Ahora viene lo mejor, no cabe duda. Baltimore no será un rival sencillo para los Patriots de Nueva Inglaterra, y el juego entre Colts y Broncos seguro que dará mucho de qué hablar. Esto en la Conferencia Americana.

En la Nacional, el mejor visitante de la liga, los Vaqueros (con marca de 8-0 en ese rubro), visitará a un dominante local (con la misma marca, pero en casa).

El duelo pinta parejo, aunque los apostadores ya se inclinan un poco hacia los Packers, quizá por la ventaja de jugar en el Lambeau Field.

Así, mientras la NFL agoniza y al mismo tiempo se acerca a su clímax, en la Liga MX el arranque es irremediable.

Los Guerreros recibirán el próximo viernes a los Tiburones Rojos del Veracruz en el Estadio Corona, con bríos y casi todo renovado; hoy presentarán a sus siete refuerzos (que ya entrenaban con el equipo) y el tercer uniforme.

Y vuelve el abono chiquito y la cerveza chiquita para un equipo chiquito (en promedio de edad, no se malentienda). Ojalá esta vez la afición no se quede chiquita.

Que haya suerte y a esperar un buen año, al fin que en la vida todos son ciclos.

¿Le seguimos?: @Foko_54.

jsepulveda@elsiglodetorreon.com.mx

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