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¡Y tú aquí jugando...!

El Filósofo de Güémez

RAMÓN DURÓN RUIZ

Robert Kiyosaky afirma: "Cada vez que pienses que no puedes hacer algo, alguien más piensa que sí puede".

Pensar que sí se puede, es tener una actitud mental positiva, para ir hacia tu interior y darte cuenta que eres un ser maravilloso, que no temes "hacer camino al andar" y encontrarte con tu verdad, para ser cocreador de una vida espectacular.

Pensar que sí se puede, es transformar tu existencia dándote tiempo para amar y ser amado, porque "el amor es el nivel de energía más elevado", en el que un ser humano pueda vivir y trascender, el amor te alinea con el universo, te restaura, te vivifica, te conduce a evolucionar y crecer, trae consigo orden, equilibrio, te lleva "a honrar tu cuerpo", como templo físico fuerte, pleno y lleno de bienestar.

Pensar que sí se puede, es "amar a quien vive de mal humor, pues no ha sabido cómo deshacerse de la excesiva carga de dolor de su pasado; es amar al violento, al grosero y al perverso, al que está lleno de ego, sus acciones hablan de una gran herida pendiente de sanar; es amar al que no ama, pues es quien más necesita amor, pues su raíz está en el miedo".

Pensar que sí se puede, es abrir tu ser a recibir lo que el universo tiene para ti, para que afloren tus talentos, para que brilles con la inmensidad de tu luz.

Pensar que sí se puede, es esperar lo mejor, es ser más creativo, más asertivo, es comunicar con facilidad, es reencontrarte con tu sagrada Esencia: la salud, el amor, la abundancia, el gozo, la felicidad.

Pensar que sí se puede, genera cambios químicos positivos en tu organismo que te llevan a aprender a no sufrir de abandono y soledad, a gozar la vida, reduce el estrés, eleva tu tono de ánimo y tolerancia al dolor, te ayuda a superar los problemas propositivamente.

Toda historia de éxito personal, laboral o espiritual, a partido de un acto aparentemente simple, como pensar que sí se puede, que te genera un estado de ánimo tan poderoso, que tiene la magia de "transformar lo ordinario en extraordinario", de detonar toda la potencialidad que la vida tiene para ti, confiando en tus dones, viviendo con una actitud mental positiva, que al mejorar tu relación con el universo, te maravilla con los resultados.

Nadie está exento de días de tormentas, de dudas, difíciles; pero frente a ellos, pensar que sí se puede, es mantener un diálogo fecundo con tu Maestro Interior, que te genere una actitud mental positiva, que te impulsa a sacar tu fuerza supramaximal y seguir adelante, a ser más grande que la duda o la derrota.

La actitud mental -negativa o- positiva te proyecta, te describe, te define, te hace rico o pobre, te enferma o te sana, te aleja de la vida o te enamora de ella, te desequilibra o te armoniza, y lo más sorprendente es que pensar que sí se puede… ¡sólo depende de ti!

La vida no siempre transcurre del modo que queremos; si fuese así, sería una existencia plana, sin los altibajos del camino, que son los que nos dan tono muscular, emocional y espiritual, nos enriquecen y fortalecen, no habría dudas, ni penas, pero tampoco alegrías ni éxitos, no abría enseñanzas, tampoco crecimiento físico ni evolución espiritual, nuestros sentidos se atrofiarían, la vida sería limitada, carecería de sentido.

Cada mañana tenemos dos opciones existenciales: convertirnos en "víctima de las circunstancias" o salir a recibir el milagro del nuevo amanecer, con una actitud mental positiva, pensando que sí se puede, enfrentando las vacilaciones y venciéndolas; pasando de un estado de duda, a uno de optimismo, sacando el máximo provecho de cada paso del camino para ser felices.

Resulta que llega un peláo a su casa y encuentra a su mujer en la recámara toda despeinada y agitada.

-¡Pero mujer! ¿Qué te sucede? -Pregunta intrigado.

¿Qué? Ah, este… es que siento que me está dando un ataque al corazón...

El peláo sale corriendo a hablarle por teléfono al doctor, cuando su hijito le grita:

-¡Apá, apá hay un señor escondido en el ropero!

El peláo regresa, abre el ropero y sorprendido grita: -¡Pero compadre, ya ni la ch..., a mi vieja le está dando un ataque y tu aquí jugando… ¡a las ch.. escondidas con los güercos!

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