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3 de 3 con poca cafeína

SIN LUGAR A DUDAS…

PATRICIO DE LA FUENTE

LEGISLACIÓN DESCAFEINADA…

No contentos con la debacle que vivieron el pasado 5 de junio, pareciera como si los priistas, con la eterna complicidad de un PVEM del que casi siempre esperamos cualquier chapuza, se quisieran auto sabotear el 2018. ¡No entienden, que no entienden!

Los ciudadanos están hasta el gorro de la corrupción en muchísimos ámbitos de la vida nacional, y del grado de cinismo que se ha alcanzado durante el actual sexenio. Al momento de escribir estas líneas, buena parte de los senadores de la República ignoraron -olímpicamente, cabe decirlo- el mandato de más de 600 mil ciudadanos que signaron la iniciativa 3 de 3.

La Ley 3 de 3 obliga a los funcionarios a presentar sus declaraciones patrimonial, fiscal y de intereses, sin embargo PRI Y PVEM aprobaron una legislación descafeinada y muy diferente a lo que proponían centenas de organizaciones ciudadanas. Votaron de noche, en lo obscuro, y presionados durante el periodo extraordinario. Siempre a las carreras, pues…

Reza una nota: “Los detalles como valoración y ubicación de sus propiedades, o monto total de sus cuentas, así como otros detalles específicos, no serán obligatorios y dependerá del funcionario darlos a conocer”…

Así de plano, ¿cómo? De cualquier forma, querido lector, tanto en redes sociales como en medios de comunicación ya ha sido publicada una lista de los senadores que votaron a favor de la legislación “descafeinada”, engañosa y a conveniencia que presentaron PRI y PVEM y también los nombres de senadores de otros partidos que sospechosamente no pudieron estar presentes durante la votación.

Cabe señalar la ausencia de los legisladores del Partido del Trabajo, organismo político al que parece que alguien le está cobrando -a precio de oro- el haber conservado el registro.

Te invito a que consultes detenidamente la lista y que recuerdes en las siguientes elecciones, quién sí y quién no quiere ir en serio para vencer a este “fenómeno cultural” llamado corrupción. Se trata de un cáncer que está carcomiendo a México…

A RÍO REVUELTO…

Ganancia de pescadores. Tras los actos de barbarie y horror ocurridos en Orlando, Florida, que desde aquí condeno y repudio, Donald Trump ha intentado, esperemos en vano, capitalizar políticamente la tragedia donde más de cincuenta personas perdieran la vida por el simple hecho de tener una preferencia sexual distinta a la considerada como “normal” por algunos.

Desgraciadamente muchos de los seguidores de Trump están dispuestos a creer cualquier tontería que salga de boca de su candidato. Para muestra un botón: según los datos que arrojó un sondeo levantado hacia 2015, el 42 por ciento de los republicanos creía que Barack Obama era musulmán. Si alguien ha aprovechado dicha tesis declarando que el presidente había nacido en Kenya, ése es precisamente Donald Trump. ¿Cuántas veces dijo que el acta de nacimiento de Obama, que indica que es natural de Hawaii, era falsa?

El magnate inmobiliario inicialmente declaró que lo de Florida se trataba de un ataque perpetrado por ISIS, e insistió en la idea de cerrar las puertas de Estados Unidos a los inmigrantes musulmanes. “Debemos prohibir el ingreso a los Estados Unidos de personas que vengan de Siria y otras partes del mundo con esta filosofía tan llena de odio que es algo horrible”, aseveró en entrevista.

Trump pretende infundir miedo en su base de electores, mayoritariamente conformada por personas ignorantes y poco instruidas, culpando a organizaciones extremistas del tiroteo de Orlando. Se trata de una brillante estrategia de campaña que pega justo en el clavo de lo que sus fans necesitan escuchar; pero lástima, Margarito, no fue así.

Lo ocurrido en la discoteca fue obra de un desequilibrado lleno de odio, que retrata a una sociedad donde algunas personas observan un alto grado de psicosis y locura.

El problema, que puede ser abordado desde diversos ángulos -fundamentalmente aquí se trató de un caso de profunda homofobia- en el fondo es sencillo: mientras en Estados Unidos siga siendo más fácil comprar un rifle de alto calibre que una cerveza, tristemente seguirán ocurriendo estas cosas.

No señor Trump, esta vez no fue culpa del mundo musulmán. Ya lo escribí hace muchos años: la gran enfermedad mental del ser humano en este nuevo siglo no será la esquizofrenia, sino el fanatismo.

Nos leemos en Twitter y nos vemos por Periscope, sin lugar a dudas: @patoloquasto

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