Olvidada. Aspecto de la Capilla en mal estado.
Prevalece un ánimo de indignación entre la comunidad de vecinos del poblado Cuatillos, perteneciente al municipio de Cuencamé, ante el deplorable aspecto de abandono en que se encuentran las obras de restauración de la virreinal capilla de la exhacienda de Pedriceña, por parte de las autoridades del INAH de Durango. La directora de esta dependencia oficial es la arquitecta Sirle Rojas Rodríguez.
Emigdia Badillo Mancha, encargada desde hace años de la custodia del citado inmueble colonial, manifestó que "el pasado 24 de septiembre de 2015 se iniciaron los trabajos de restauración del recinto, los que fueron suspendidos sin explicación satisfactoria el 4 de noviembre del mismo año".
La finca novohispana luce sin el techo de su única nave, la mayoría de las antiguas vigas de madera fueron retiradas y se encuentran desde hace meses tiradas a la intemperie, en el patio lateral del templo donde se están deteriorando ante los inclementes efectos del sol, la tierra, el viento y las lluvias; algunas de ellas permanecen aún en el techo, también se están dañando por carecer de una adecuada protección.
"¿Para qué desmantelan el techo de la capilla si no van a concluir la obra? ¿Por qué no resguardaron las vigas que fueron retiradas en un lugar techado? El cuadro de Ánimas tiene una protección muy frágil, consistente en una cubierta de madera y plástico, la que es susceptible de venirse abajo en caso de que caiga un fuerte aguacero. Es un lienzo valioso porque data de la época colonial", afirmó Fidela Badillo Mancha, hermana de Emigdia y quien también muestra su inconformidad ante la negligencia de las autoridades del INAH duranguense.
La colonial capilla de Pedriceña se encuentra inventariada en la ruta del Camino Real de Tierra Adentro, frente a ella el presidente Benito Juárez acompañado de sus ministros Sebastián Lerdo de Tejada, José María Iglesias, Guillermo Prieto y los habitantes de la hacienda, dio el Grito de Independencia la noche del 15 de septiembre de 1864. Este memorable acontecimiento sucedió en la época de la Segunda Guerra de Intervención Francesa en México. Juárez, y sus acompañantes, pernoctaron en este sitio cuando eran perseguidos por el ejército invasor de Napoleón III.
Señalaron las entrevistadas que durante los días de las obras de restauración, corrió el rumor entre los vecinos del lugar que los trabajadores al servicio del INAH duranguense, habían levantado unas placas de cantera incrustadas sobre el piso al pie del altar principal, donde se dijo encontraron sepultado un antiguo féretro de madera que contenía restos humanos.
Emigdia Badillo Mancha, refirió que en dos ocasiones acudió acompañada de Salvador Esquivel Galindo y Juan Morales Montoya -vecinos del poblado-, ante las oficinas de la Presidenta Municipal de Cuencamé, Edith Orozco Machado, con el fin de solicitarle su apoyo ante esta grave situación de abandono y deterioro que sufre la antiquísima capilla de Pedriceña. "Ni siquiera nos recibió, nos dijo uno de sus asistente que no tenía tiempo de atendernos", afirmó la declarante.
A principios del año 2015 el ayuntamiento de Cuencamé, la firma minera Peñoles y la familia Villalobos Mora, costearon los trabajos de impermeabilización del techo de la capilla, para protegerlo de las goteras que pudieran dañar su antiguo mobiliario y los óleos virreinales que se encontraban colocados sobre las paredes del recinto.
Entrevistado vía telefónica, el doctor en historia y Director del Instituto de Investigaciones Históricas de la UJED, Miguel Vallebueno Garcinava, criticó la situación de irresponsable descuido en que se encuentra la capilla de Pedriceña. "En días pasados, algunos integrantes de la Asociación de Cronistas del Estado de Durango, manifestaron su malestar por esta anomalía ante las cámaras del Canal 10 de televisión de la capital duranguense", dijo el reconocido historiador y autor de varios libros.
Agregó el declarante que la mayoría de los lienzos pertenecientes a la capilla de Pedriceña, son pasajes referidos a la vida de la Virgen María y fueron realizados en el Siglo XVIII por el talentoso pincel de Nicolás Simón de la Peña y Zaphia, durante el período del barroco mexicano. "Es muy indignante el maltrato que se le está dando a este histórico recinto virreinal", concluyó Vallebueno.
El censurable estado de abandono que muestra el inmueble por parte de las autoridades del INAH de Durango, va para casi medio año, y se avecina la época de lluvias por lo que se encuentran en alto riesgo los antiquísimos materiales de la construcción expuestos a la intemperie. El cuadro de Ánimas, corre un serio peligro, podría ser dañado total o parcialmente por una tormenta.
El púlpito construido a base piedra de cantera tallada, exhibe daños y fue fragmentado, las piezas desprendidas están tiradas sobre el piso a un costado del altar principal. Los incandescentes rayos del sol predominan durante casi todo el día, en el interior de las varias veces centenaria capilla de Pedriceña, emblemático edificio que reclama su rescate ante la desesperación y coraje de los habitantes del poblado Cuatillos.
Sumamente molestos algunos de ellos, comentan la grave desorganización que priva en las dependencias encargadas de la restauración de las antiguas construcciones pertenecientes al patrimonio nacional, porque se planifican las obras con presupuestos insuficientes o como ha sucedido en algunas ocasiones, los fondos son botín de funcionarios deshonestos que dejan inconclusos los trabajos.
Esta irresponsable y réproba irregularidad burocrática, pone en riesgo de pérdida el mobiliario y la arquitectura de una de las pocas construcciones novohispanas con que cuenta la Comarca Lagunera, recinto que durante décadas ha sido y es visitado por turistas nacionales y extranjeros.
