Hay noticias que no llegamos a medirles la trascendencia; caso del despoblamiento de colmenas de abejas productoras de miel en La Laguna, México y el mundo.
Son importantes en el ciclo de la vida, representan hasta el 85 % de la fauna polinizadora y su trabajo es fundamental para la reproducción y conservación de muchos vegetales cuya fecundación se efectúa con su participación.
Transportan el polen permitiendo la fecundación de las plantas, aunque también intervienen insectos como moscas y abejorros; las abejas se encargan de la mayoría de la fecundación vegetal y por ello, el Dr. Jerome Paolacci, catedrático universitario, las denomina "marcadores ambientales".
Ellas aseguran la formación de nuevas semillas, que luego son esparcidas por el viento o algunos animales, como las aves, ayudando a la repoblación vegetal.
Su importancia no termina ahí: favorecen la generación de nuevas plantas y con sus semillas y frutos permiten que se mantenga activo el ciclo positivo de la vida animal.
Los frutos, hojas y flores, son alimento para las especies endémicas y las raíces nutren a aquellos que tienen sus guaridas bajo tierra. Así, las aves y muchos roedores sobreviven, crecen, se reproducen y participan como alimento en el ciclo depredador.
Como ejemplo: los conejos alimentan a coyotes y éstos evitan su sobrepoblación dañina para el equilibrio vegetal; otros roedores, como ratones y topos, son útiles para alimentar a otros depredadores, incluyendo a los reptiles y promueven la oxigenación de la tierra al removerla. ¿No le parece maravilloso?
Las aves se nutren de semillas y flores alimentando a especies mayores, como los halcones y águilas, quienes controlan la sobrepoblación de roedores. Admirable.
Aún hay más: ese círculo biológico positivo, permite que la vegetación estimule a la formación de nubes y éstas rieguen los campos promoviendo la vida, corriendo agua por los ríos para aprovecharse en cultivos.
Como concluirá, su importancia es grande, por ello debemos actuar de inmediato y resolver el problema.
En semanas anteriores recibimos la noticia: hasta el 80 % de los panales de la Región Lagunera ha desaparecido y los expertos cuantifican el daño calculando cifras desastrosas.
Los apicultores de La Laguna, calculan en 20 millones de pesos las pérdidas por la desaparición de las abejas y según el Sistema Producto Apícola de la Región Laguna, son 250 familias las afectadas.
La miel se produce en tres estaciones del año: primavera, verano y otoño, siendo esta última la de mayor producción, estimándose en 30 kilos, con valor de 2,000 pesos por cada una de las 8,000 colmenas; en dos años ya han desaparecido 6,000, representando una pérdida de 12 millones de pesos, solamente en esta recolección.
El presidente de la asociación ha declarado que "(…) tenemos dos años anteriores que habíamos experimentado una baja del 10 o 15 % cada año y el pasado hasta 30 % y ahora el 80 %". En esa proporción, bastarán uno o dos años para que prácticamente se hayan extinguido.
Los apicultores dan por perdida la producción de miel en esta estación, debido a que las colmenas que quedaron están muy débiles; han pedido apoyo a la Secretaría de Agricultura para amortiguar las pérdidas y reactivar la producción con la repoblación, fenómenos que José Luis Reyes Carrillo, investigador de la UAAAN define como Síndrome de Despoblamiento de Colmena.
Las causas no son muy claras; entre ellas se pueden mencionar el uso de plaguicidas; la baja en capacidades fecundativas; la presencia de insectos depredadores, como la variedad africana que ha avanzado en el continente desde Brasil hasta Norteamérica; y las alteraciones de la temperatura mundial que afectan su ciclo reproductor.
La desaparición repentina de las abejas tiene la característica de grave, pero en tanto no se tengan los primeros resultados de la investigación, no podrá ser cuantificado el daño, según el investigador de la Universidad Antonio Narro.
El problema no es nuevo, pues países de la Unión Europea, así como Estados Unidos de Norteamérica, han experimentado una situación similar y todavía no han encontrado una causa definitiva.
En el caso de La Laguna, existen varias líneas de investigación, las más fuertes son: la salud de las abejas y los plaguicidas utilizados en la región.
Las abejas no sólo son importantes por la producción de miel y cera, sino sobre todo por la polinización de las plantas y vida animal.
Los productores de frutas ya están resintiendo los efectos, caso de los meloneros que no pueden obtener colmenas que les polinicen sus siembras, con las consecuencias de producción y conforme avance el ciclo negativo, afectará a todos los agricultores, luego a ganaderos y finalmente a la deteriorada economía regional.
Al mediano y largo plazo serán sentidas las consecuencias por todos nosotros, particularmente los jóvenes y aquellos por nacer, quienes deberán sumar un factor más al reto de sobrevivir. ¿Le parece justo?
ydarwich@ual.mx