Resultado. Según las autoridades, los cuerpos fueron depositados con dignidad y respeto en un nuevo panteón.
El gobierno del estado de Morelos anunció que aceptará la recomendación emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el caso de las fosas de Tetelcingo.
En un comunicado, el gobierno de Graco Ramírez admitió como un acto grave que debe sancionarse el hecho de haber enviado a una fosa común a Oliver Wenceslao Navarrete Hernández, quien había sido identificado por sus familiares y autoridades de la Fiscalía Regional Oriente. En este caso, los restos de Oliver debieron entregarlos a sus familiares.
La administración estatal "respaldará a los familiares de la víctima para reparar en todos sus términos el daño causado. Lo mismo ocurrirá en otros casos", aseguró. En otro punto, admitió que se utilizó una fosa común de un panteón que no cumple con las normas de depositar los restos de personas desaparecidas. Sin embargo, insistió en que no se trata de una fosa clandestina.
Dijo coincidir con la recomendación 48/2016, en la que el segundo visitador de la CNDH, Enrique Guadarrama López, aclaró que no se trata de una fosa clandestina, sino común, -lo que es legal- pero está en un panteón que no cumple con la debida regularización.
Se desglosó los años en que fueron depositados los restos de los 117 cuerpos: dos en 2010, 14 en 2011, 64 en 2012 y 37 en 2013.