Estados Unidos acusó ayer al régimen de Bachar al Asad de violar el alto el fuego en Siria con bombardeos que supuestamente impactaron objetivos civiles en Alepo y Daraa, y pidió a Rusia "usar su influencia" con el Gobierno sirio para instarlo a "detener" ese tipo de acciones.
"Condenamos rotundamente los informes aparecidos hoy de que el régimen (sirio) ha desplegado ataques aéreos que impactaron sobre manifestantes civiles en Alepo y en Daraa, incluido en una mezquita de la que una congregación estaba saliendo", dijo el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
"Estas son claras violaciones del cese de hostilidades y del compromiso expresado por parte del régimen de Al Asad a Estados Unidos y Rusia, como copresidentes del grupo de trabajo del alto el fuego, de proporcionar un acceso humanitario completo y cumplir el cese de hostilidades", añadió en su conferencia de prensa diaria.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció poco antes que al menos 21 personas murieron ayer por bombardeos en el este de la provincia central siria de Homs y un barrio de la ciudad de Alepo, pero no precisó la nacionalidad de los aviones que efectuaron esos ataques.
Kirby también condenó "la práctica, por parte del régimen de Al Asad, de retirar suministros médicos que se necesitan enormemente de las entregas de ayuda humanitaria que consiguen hacerse".
"Los ataques contra civiles y la negación de ayuda humanitaria deben detenerse de inmediato", indicó el portavoz.