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AñO Y MEDIO
Tenía el joven como elemento activo dentro de la corporación policial.
DAN úLTIMO
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HIJOS
Le sobreviven al agente, una niña, un niño y un recién nacido.
Apoyo
El director se Seguridad Pública, Ricardo Fontecilla, informó que la viuda de Guillermo Sáenz fue apoyada con los gastos funerarios y recibirá el pago del seguro de vida.
DATOS
Viuda
Lorena es la segunda esposa de Guillermo Sáenz, con quien procreó al más pequeño de sus tres hijos; quien lo describió como un buen padre y esposo.
Con el último pase de lista y el sonar de las sirenas de las patrullas, la mañana de ayer, en la explanada principal de la Policía Municipal, compañeros, amigos y familiares despidieron al oficial José Guillermo Sáenz Ibarra, quien a pesar de no estar en labores, murió en el cumplimiento de su deber al enfrentarse a dos asaltantes en la colonia Los Álamos de Gómez Palacio durante el fin de semana pasado.
"Memo", como le decían sus compañeros, de 33 años de edad y poco más de uno y medio como agente activo en la corporación policial, era un joven alegre, sonriente y de buenos valores; hace un mes y medio se había convertido en padre por tercera ocasión.
Pero ya no verá crecer a sus hijos; la tarde del sábado acudió a un minisúper de nombre "Las Flores" a comprar algunos artículos para su esposa, quien se encontraba en casa, incapacitada y cuidando a su pequeño, cuando ocurrieron los hechos en los que perdió la vida.
José Guillermo era amante de la música en inglés y uno de los recuerdos que dejó a sus conocidos, era su gusto por cantar a todas horas; además, era fan de los postres, sin embargo, a decir de sus compañeros, lo que más amaba en la vida era a su "chaparra", a su "campeón", a su "princesa" y a su recién nacido Leónidas.
Esta no fue la primera vez que sus reflejos de policía salían a pesar de estar franco, ya que anteriormente, estando en horas de descanso, rescató a una de su vecinas de su casa, la cual se incendió debido a la explosión de un tanque de gas; en otra ocasión, al estar disfrutando en familia de un día en el campo, arriesgó su vida para rescatar a un joven que se estaba ahogando en el río, dejando un gran ejemplo de servicio a sus compañeros.
Con lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, dentro del homenaje póstumo, los agentes se despidieron de él diciendo presente al escuchar su nombre en el pase de lista y encendiendo las sirenas de sus unidades.
Con las unidades llenas de arreglos florales, en un ambiente lleno de nostalgia y solidaridad hacia su esposa y familia, el cortejo fúnebre salió alrededor de las 9:00 de la mañana de la DSPM rumbo al panteón municipal.