Ella sufre un desorden congénito llamado Síndrome Weaver. (INTERNET)
Rumeysa Gelgi tiene 19 años y vive en Turquía. Con 2.1 metros de altura ella es la adolescente más alta del mundo, pero sufre el síndrome Weaver, que causa una aceleración en el crecimiento de sus huesos, por lo que no puede ni siquiera caminar por sí sola.
La joven ha declarado: “La gente se me queda mirando porque me veo diferente y naturalmente eso despierta curiosidad”.
La condición que padece es un desorden congénito que se presenta inicialmente en el periodo prenatal. El rápido crecimiento de los huesos dificulta la formación correcta de las extremidades, rodillas y codos, lo que hace problemático para estas personas incluso sólo caminar.
“Entendí mi condición cuando tenía cinco o seis años. Me preguntaba por qué me veía diferente al resto de los niños de mi edad”, declara la joven, según información de la publicación ‘The Daily Mail’.
Doctores y familiares la alientan y apoyan, y a pesar de que debe usar una silla de ruedas para poder transportarse, Gelgi asegura que no se siente menos por su condición: “Me dieron que mi enfermedad era algo muy inusual. Por eso me siento la persona más importante en el planeta”.
