Ciudadanos con establecimientos sobre la avenida resienten las adversidades de la construcción.
El lunes de esta semana iniciaron las obras del Paseo Independencia en Gómez Palacio y quienes viven o tienen sus negocios establecidos en esta calle ya resintieron los primeros efectos negativos, pues aseguran un desplome casi completo de sus actividades.
Armando García López sólo ha tenido dos pacientes para rehabilitación y servicios odontológicos durante la semana, pues con el cierre de la calle es prácticamente imposible para ellos acceder al consultorio, generalmente personas en condición de discapacidad.
El médico acusó al municipio de incumplir su ofrecimiento de dejarle libre un acceso y no se viera afectado.
La misma situación padecen Jesús Cedillo y Francisca Alba, encargados de una oficina tramitadora de visas y de un negocio de gorditas, respectivamente, quienes aseguraron que no los tomaron en cuenta ni les pidieron parecer para la obra, la que consideraron innecesaria porque la ciudad tiene otras necesidades más importantes, según señalaron.
