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Ahí la llevan

Con/sinsentido

MIGUEL FRANCISCO CRESPO ALVARADO

La realidad mexicana es muy diversa. Por eso, es muy fácil caer en el error de tomar la parte por el todo, y asumir que, si a "mí" me está yendo de tal forma, a todo mundo le debe estar yendo de manera similar.

Para quienes pertenecen a las mayorías, pobres y carentes de oportunidades, salir del error es más fácil. En su cotidianidad hay los elementos suficientes que les demuestran que hay otros que son privilegiados y que poseen lo que ellos jamás alcanzarán. Muchos de estos mexicanos, por tal razón, viven con un profundo resentimiento que, se alimenta, porque encima se les culpa de su condición y hasta por su aspecto.

Quienes están en las clases privilegiadas, tienen mayores dificultades para comprender que su condición es diferente a la de los demás. No es que no vean la pobreza, es que la observan y piensan en la falta de "ganas", "dedicación", "coraje" y "convicción" de los pobres, para abandonar su condición. Algunos de los privilegiados, incluso, se ponen hasta de ejemplo para demostrar que "sí es posible".

El problema es que a algunos de los que hoy son ricos y poderosos, se les olvida que llegaron a serlo gracias a la corrupción. No estoy diciendo que todos los que tienen una buena posición económica en México se hayan corrompido; jamás aseveraría tal barbaridad. Lo que sí estoy afirmando es que, algunos de quienes hoy presumen su posición como fruto de su trabajo, en realidad tienen lo que poseen gracias a lo mucho que han robado del dinero público o, para decirlo de manera menos agresiva, a que "aprovecharon su oportunidad".

Se ha borrado la distinción entre el bien tener y el mal tener. Hoy poseer dinero te hace "honorable". No importa la ruta que se haya seguido, ni siquiera, si ese camino ha sido abiertamente delincuencial. Pero el punto es este: Si hoy alguien tiene una buena posición, porque en algún punto de la historia de la creación de patrimonio hubo algo indebido, por mínimo que sea, lo menos que debería hacer es no culpar al que sigue en la pobreza de no "echarle ganas"; porque eso equivale a responsabilizar de la infidelidad al cornudo. Lo único que logran es crear más resentimiento y deseos de venganza.

México sigue violentándose. La gente sin oportunidades, busca salir de su condición y juegan a que la impunidad los proteja. Los corruptos no paran de dar el ejemplo del saqueo, y eso es, en verdad, muy peligroso.

Si lo que quieren es dinamitar al país, señores, ahí la llevan.

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Escrito en: MIGUEL FRANCISCO CRESPO ALVARADO

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