¿Al aire libre?

Para librase de esos “kilitos” de más o simplemente para mantenerse sanos pero sobre todo para ahorrarse el costo de un gimnasio, algunas personas optan por ejercitarse al aire libre, sin pensar que esto pudiera ocasionar graves problemas si no se toman en cuenta algunas consideraciones de manera previa.

Y es que en el medio ambiente, existen agentes dañinos que viajan en el aire que respiramos, como lo son: el dióxido de azufre, altas concentraciones de plomo y la polución atmosférica como lo son el polen de maleza, de pastos y árboles, generados por las tolvaneras propias de la región conocidas también como “lluvias laguneras”.

Juan Antonio Medina Adame, médico alergólogo, explica que se trata de partículas que miden menos de 3 y 4 micras, pueden ser inhaladas y llegar hasta la parte terminal del aparato respiratorios como lo son los bronquiolos y los alvéolos. Una vez en este sitio, como parte de su mecanismo natural de protección , generará un proceso inflamatorio.

Si dichas condiciones son persistente y se inhalan cantidades importantes de estos agentes dañinos, la reacción inflamatoria pasará a ser un proceso crónico, el cual a su vez, generará un engrosamiento de las paredes alveolares, de los bronquios, que son los bronquios terminales, y bronquilos medianos.

Tales condiciones, generarán a la larga en la persona, que presente accesos de tos persistentes, expectoración en algunos casos, así como cuadros de bronco espasmos, es decir, el cierre de bronquios con manifestaciones de insuficiencia respiratoria, “si esto persiste y el paciente no se atiende o no evita estar en contacto con estas sustancias, puede llegar hasta una fibrosis pulmonar”, recalca el médico alergólogo.

Este padecimiento, generará una destrucción del aparato respiratorio, condición que generalmente no será reversible, por lo tanto el paciente caerá en una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

“En un caso avanzado llevará a una incapacidad del aparato respiratorio para llevar a cabo su función que es la respiración, permitir la entrada de oxígeno y la salida de dióxido de carbono”, indica Medina Adame.

Entonces las paredes que están engrosadas o algunas áreas obstruidas no funcionan, llevará a una insuficiencia respiratoria crónica, en donde el paciente será dependiente del oxígeno principalmente.

Pero si se trata de un daño más severo, ese paciente podría caer en la necesidad de un transplante pulmonar.

Para tomar en cuenta

Ante este panorama poco alentador, el médico especialista recomienda que la persona que desee ejercitarse a la intemperie, elija áreas libres de contaminación (smog) así como de las partículas de plomo, las cuales son generadoras de graves problemas de salud.

Debido a la condición de la región lagunera, recomienda evitar la actividad física al aire libre en los momentos donde hay tolvaneras y también buscar la hora del día sea lo más agradable, lo más apropiado para el organismo.

Pide evitar temperaturas o muy altas o muy bajas, ya que pueden llevar a un trastorno respiratorio en ese momento, por lo que recomienda una temperatura ambiental de unos 22 a 25 grados.

Por ejemplo durante la temporada de bajas temperaturas, recomienda buscar la hora en la cual la temperatura no sean ni tan bajas ni tan altas, “como a media mañana y sobre todo evitar hacerlo en la fase de tolvaneras”, insiste.

Es posible realizar ejercicio al aire libre en algún lugar que no resulte peligroso. Por ejemplo en lugares que se encuentren retirados de circulación importante de vehículos, “aquí tendríamos el bosque Venustiano Carranza, claro evitando las horas pico; también el área de la Unidad Deportiva y el Bosque Urbano así como al norte de la ciudad”, dice el médico especialista.

Para el médico Juan Antonio Medina Adame, se podría evitar que en un futuro no lejano, las actividades al aire libre terminen en espacios cerrados, siempre que se pueda controlar las emisiones de plomo y de dióxido de nitrógeno, generadas por los combustibles de cientos de vehículos a base de gasolina y diésel.

De no lograrlo dice que la ciudad estaría inmersa en una atmósfera nociva no para todos no sólo para las personas que hacen el ejercicio al aire libre.

Con ello, dice que se perderían importantes beneficios para la salud, como lo es la activación física, que es parte fundamental para mantener un organismo sano. “Si se dejara caeríamos en la necesidad de hacer las actividades en lugares cerrados con un ambiente poco adecuado”.

Para el médico, además de evitar no sólo enfermedades respiratorias sino que afecten otros órganos, insiste en que el ejercicio es vital, pero para conservar la posibilidad de que sea al aire libre, dice: “Está en nosotros el hacer un ambiente respirable, hacer que el ambiente no se siga deteriorando”.