Columnas Deportes Columnas Deportes Editorial

Al Larguero

RECUERDOS

ALEJANDRO TOVAR

La partida de Claudio Lostanau deja un hueco sensible en la historia albiverde, "ésa" que está más atrás de la divisa actual, donde ya han ido desfilando otros más añejos. Apenas despuntaba los 30 cuando el peruano llegó para el Laguna de Ney Blanco, también ya fallecido. Venía de triunfar ampliamente en Monterrey con Rayados, donde arribó muy joven del Alianza Lima.

Era un jugador diferente, líder natural, por futbol y personalidad. Larga zancada y habilidad de manejo pero sobre todo claridad creativa, con naturalidad de bailarín, con ese dote extra que tienen los sobresalientes y que se nota en cada movimiento, en cada mirada, en cada trazo y en la forma de acceder al juego con el oficio que solamente se da en los que moran en segundo piso.

Se alternaba con otro muerto, Nene Piña, jugador dúctil y emprendedor como su asistente. Igual con Rodolfo Alvarez, Andrés Montañez, Octavio Díaz, que eran soldados a su servicio, como quien hace todo el trabajo sucio y luego entrega la pelota servida para que el otro actúe con esa efervescencia que le brindan sus condiciones tan especiales, que pudimos disfrutar siempre.

Entre Rayados y Laguna, tuvo una espectacular racha de dos años en Toluca y fue campeón en aquel grupo de consagrados, Florentino, Vantolrá, Vega, Chino Zavala, Bucky Romero, Arévalo, Juan Dosal, Amaury, Piña, Martín Ibarreche, Fu Reinoso, Albino Morales, Vicente Pereda, Manuel Cerda Canela, Carlos Lara, Memo Vázquez, un equipazo con Nacho Trelles como DT.

Dosal marcó los dos goles del triunfo sobre Necaxa en el partido decisivo en la Bombonera. Ahí venían Mota, Magaña, Peniche, Baeza, Manolo Lapuente, Giacominni, etc. El segundo fue de penal (2-0) pero el primero fue una delicia. Lostanau recibió en medio del campo y emprendió la carrera. Tocó para Albino que devolvió hacia Dosal, éste hizo pared con Claudio que no paró, la dibujó maravilla y dejó a Juan frente a Mota, al que liquidó con zurdazo violento a media altura.

Los tiempos de Lostanau con Laguna fueron con el triste color de la irregularidad, porque era un equipo que miraba más hacia el abismo que al cielo y eso fue fomentando el aguante de su gente, que siempre estuvo presente en San Isidro para seguirles con lealtad y de ellos, Claudio fue ídolo. Había quienes decían que era el peruano demasiado jugador para el resto del plantel pero todo debe mirarse según el tiempo vivido, porque no siempre la suerte está del lado de los queridos.

Es uno más que se va, como antes lo han hecho otros. La ley de la vida en acción y ésa sí es para todos, sin excepción. Quizá por ello cuando uno tiene la oportunidad, a veces tan distante, de pisar la vieja grama de San Isidro, esos espacios ahora tan distintos, quizá es la imaginación o la conciencia la que de pronto nos hace recordar el murmullo de su gente y el trotar de sus viejos héroes, ésos que nos hicieron amar a este juego maravilla.

Arcadiotm@hotmail.com

Leer más de Columnas Deportes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Deportes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1285103

elsiglo.mx