Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro le da las llaves de la Villa a Kitty Chiller, jefa de la delegación olímpica de Australia. (EFE)
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, entregó ayer las llaves de la Villa Olímpica a la delegación de Australia, que se había negado a entrar en los apartamentos por el mal estado de las instalaciones.
Paes pidió "disculpas formales" por los problemas que ha tenido la delegación australiana y por la broma que hizo el pasado domingo, cuando sugirió que estaba dispuesto a conseguir un canguro para que los deportistas de ese país se sintieran como en casa.
La jefa de la misión australiana, Kitty Chiller, agradeció el gesto del alcalde y le regaló un canguro de peluche con guantes de boxeo, para cerrar la polémica.
Varios países se han quejado de problemas eléctricos, de fontanería y falta de limpieza o los acabados en los apartamentos designados a los deportistas y algunos de ellos han costeado las reformas de sus propios alojamientos.
El comité organizador de los Juegos espera que los 31 edificios de la Villa Olímpica estén hoy plenamente concluidos.
El alcalde culpó al comité organizador de estos problemas, al considerar que los responsables de los Juegos no hicieron una supervisión de las instalaciones después de que la constructora entregó las obras.
"Lo que hubo fue una falta de acompañamiento, de gestión por parte del Comité Río 2016", dijo.