Productor. México es tercer lugar mundial en la siembra de amapola, por detrás de Afganistán y Myanmar.
En México se cultiva un promedio anual de 24 mil 800 hectáreas de amapola, algo equivalente a un vivero un poco más pequeño que la Delegación Milpa Alta, informó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
De julio de 2014 a junio de 2015, el Gobierno federal reportó la destrucción de 24 mil 729 hectáreas de esa planta de cuya flor se extrae el opio, materia prima de la heroína, morfina y codeína. El potencial máximo de cultivos de amapola en México es de 28 mil 100 hectáreas y el mínimo de 21 mil 500, con la media en principio mencionada, lo que ubica al país en el tercer lugar mundial en el rubro, por detrás de Afganistán y Myanmar.
Pese a la equivalencia entre hectáreas de cultivo y erradicación, el negocio persiste porque en algunas zonas se ha detectado que la "adormidera" tiene hasta tres ciclos de producción, de acuerdo con Antonio Mazzitelli, representante en México de la ONUDD.
"Hemos identificado, por ejemplo, que en algunos lugares hay tres ciclos productivos, en otros lugares hay uno solo, la misma parcela puede ser cultivada dos o tres veces a lo largo del mismo año.
"El cultivo de amapola gasta mucho el territorio, la misma parcela no se puede utilizar por ejemplo, por más de tres veces; entonces es un cultivo que genera daños ambientales. Una vez que se ha sembrado y cultivado dos o tres ciclos, hay que pasar a otra parcela. Esto, si se desarrolla en lugares de bosque, quiere decir cortar el bosque y generar erosión de suelo", advirtió. La mayoría de los sembradíos se ubica en las nueve entidades donde los registros de cultivos de amapola tienen una larga historia: Sinaloa, Chihuahua, Durango, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, indica el informe, presentado ayer en el Instituto Nacional de Ciencias Penales.
