A votar. Los ciudadanos del Reino Unido votarán el 23 de junio para decidir su permanencia o no en la Unión Europea.
Economistas, banqueros y empresarios alemanes manifestaron ayer sus temores de las consecuencias que tendría no sólo para Reino Unido, sino también para Alemania y toda Europa, la eventual salida de ese país de la Unión Europea.
Los expertos alemanes dedicaron este fin de semana varios comentarios en la prensa del país a exponer sus reflexiones sobre la dimensión de los potenciales daños y consecuencias del abandono de la UE de la segunda economía del mercado interno común.
Los ciudadanos británicos están llamados a decidir en un referéndum el próximo 23 de junio si Reino Unido permanece o no en la Unión Europea.
El presidente del Instituto Alemán para la Investigación Económica (DIW), Marcel Fratzcher, teme sobre todo que además de consecuencias inmediatas como un debilitamiento del crecimiento o del intercambio comercial, un eventual "Brexit" (de un juego de palabras entre el nombre de país y la palabra "exit", "salida" en inglés) pueda tener un efecto dominó y arrastrar a otros miembros a abandonar la UE.
"Reino Unido sería la primera pieza del dominó", alertó a medios alemanes.
El efecto sería aún más grave si entre los que desearan después marcharse se encontraran países miembros de la Unión Monetaria o zona euro, porque al fin y al cabo, Reino Unido no forma parte del club de la moneda única. Pero si en Italia o Francia, donde partidos euroescépticos cuentan con un importante apoyo, creciera la presión popular para salir de la Unión, la situación sería aún más grave.
En el caso de que Londres salga de la UE un efecto inmediato podría ser el aumento de las tasas de interés, lo que encarecería los créditos y frenaría las inversiones, además desatarían turbulencias en los mercados financieros, señaló el experto.
Además la libra británica perdería valor, y también previsiblemente el euro.
Fratzscher no descarta un efecto contagio entre Reino Unido y el resto de países de la UE. "Entonces volvería a activarse un mecanismo que podría conducir de nuevo a Europa, y con ella a Alemania, otra vez a la recesión, como en la crisis de 2008 y 2009".
El presidente del DIW se refirió a estudios que apuntan a una posible caída de la economía británica de entre un 3.0 y un 5.0 por ciento en los próximos años. Pero sus preocupaciones se dirigen sobre todo a la sostenibilidad del euro, pues otros países podrían preguntarse por qué seguir en la UE.