El pueblo haitiano es el que debe decidir sobre el futuro de Haití, señaló ayer el jefe de la Misión de Observación Electoral de la OEA, Celso Amorim, quien advirtió que un vacío de poder puede conducir a la violencia.
Es el pueblo haitiano el que debe ser el juez en la situación política actual del país caribeño y no Estados Unidos, ni Brasil, ni la Organización de los Estados Americanos (OEA), ni la Unión Europea (UE), indicó Amorim, citado por la agencia digital Alter Presse. Llamó a las partes a establecer un diálogo para alcanzar un consenso.