A mi querida prima Olga
Giuseppe Garibaldi, nieto del unificador de Italia, supo de la revolución mexicana en 1910. Atraído irresistiblemente a la gesta que derrocaría al sistema oficial, llegó a Chihuahua para apoyarla. Ahí están sus fotografías al lado de otros voluntarios extranjeros en Ciudad Juárez que querían compartir la lucha al lado de los bravos norteños como Pascual Orozco.
La bravura de la valiente gesta popular de 1910 la retomó el pasado martes Javier Corral al asumir la gubernatura de Chihuahua, y como aquellos aguerridos se propone derribar con contundentes golpes todo el sistema de complacencias políticas que Chihuahua ha vivido sólo una vez interrumpida por el gobernador panista Francisco Barrio
El discurso inaugural de Javier Corral, ante un público de miles de asistentes en el vaso Centro de Convenciones, fue épico.
Más de 30 propuestas de acción, anunciadas con la característica energía de Javier Corral, diputado y luego senador indómito, desfilaron a lo largo de un texto que anunciaba a todos los ciudadanos del Estado, y a todo el país, planes para un gobierno abierto al pueblo, hondamente democrático y, de realizarse, ejemplar.
Entre las innovadoras propuestas figura una interlocución directa y expedita entre el gobernador y el Congreso con la frecuencia que éste decida. Este ingrediente parlamentario corregirá la incomunicación entre los dos poderes que hoy se padece a nivel federal.
Instituir la Revocación de mandato, otra de las llamativas propuestas que el Congreso Estatal mayoritariamente panista bien podría aprobar, requerirá un cuidadoso examen para fijar condicionamientos que impidan que este instrumento, diseñado para asegurar un gobierno democrático y firme, no introduzca peligrosa e imprevisible inestable. En todo caso es un útil gesto de conciliación hacia la izquierda.
El gran reto inmediato a que se enfrenta el gobernador Corral es la aguda quiebra financiera que le hereda César Duarte que elevó la deuda estatal de 13 mil a 42 mil millones de pesos. Lo nocivo de una deuda no es que exista, sino que sea improductiva. El gobierno de Chihuahua tiene que promover la riqueza del Estado estimulando la producción agropecuaria, minera, forestal e industrial que corre a cargo del sector privado. Corresponde al empresariado chihuahuense invertir y aprovechar los vastos recursos con que cuenta el estado en coordinación con el gobierno. El desarrollo socioeconómico de Chihuahua no puede seguir dependiendo como hasta ahora de las decisiones que toman los dueños extranjeros de las armadoras.
El "desmantelamiento de la corrupción en el Estado" estuvo en el centro del discurso de Corral. Es desde luego su mayor reto e implica que habrá de utilizar todos los recursos posibles para llevar a la justicia al exgobernador Duarte.
El tema de la corrupción fue también asunto básico en el acto inaugural del nuevo gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, primer gobernador de oposición en la historia de Tamaulipas, quien a diferencia de su colega chihuahuense, Cabeza de Vaca, entró al recinto oficial acompañado, no sólo del representante del Presidente de la República, sino del gobernador saliente Egidio Torre Cantú cuya gestión al frente del estado poco o nada aportó para mitigar las violencias de las mafias que se han adueñado de todos los rincones de la entidad.
"La corrupción ha incursionado en los tres niveles de gobierno ha sido en gran medida la gran responsable de las condiciones de inseguridad que priva en Tamaulipas… Hay que emprender la reconstrucción de las instituciones para recuperar la confianza y reestablecer el orden y el estado de derecho… Aunque el Estado y la Federación sean corresponsables del destino de Tamaulipas, no se escudará el gobierno en la Federación para evadir los problemas ni para trasladar el deber de solucionarlos. Trabajará "incansablemente por cumplir con la esperanza que tiene la gente de que cambie la situación agobiante, peligrosa y tensa que vive a diario". A este respecto se comprometió a recuperar la seguridad en las carreteras, campos y ciudades y recuperar la tranquilidad de las familias porque "merecemos vivir e paz".
En ambos estados las deudas contratadas por los gobernadores salientes rebasan con mucho las capacidades económicas. La de Tamaulipas creció en 106 % en el último sexenio hasta llegar a 13 mil millones de pesos.
La llamada que Corral y García Cabeza de Vaca lanzan a la ciudadanía pidiendo un sentido de compromiso con el gobierno es de la máxima urgencia. Sólo con su vigor profesional y renovado amor a sus pueblos podrán salir ambos estados de su situación actual anegada en corrupción sumida en displicencias. Esta es una situación común a toda la república. Todos los nuevos gobernadores tienen una oportunidad, esperemos no la última, para servir a sus pueblos en paz y productividad. Las frustraciones del pasado deben quedar no sólo atrás sino corregidas. Es asunto simplemente es de quererlo hacer.
