Carlos Salcedo (i) del Chivas y Carlos Peña en festejo durante el juego de la jornada 16 del torneo Clausura 2016 ante Dorados. (Jam Media)
Chivas comenzó el torneo como uno de los candidatos a perder la categoría. El descenso fue siempre un riesgo latente. Pero logró salvarse. Y además, cumplió ya el segundo objetivo: clasificar a la Liguilla. El Rebaño Sagrado no se conforma. Asegura que va por más en las finales.
La victoria del domingo sobre el descendido Dorados de Sinaloa (2-1), dejó un buen sabor de boca. No fue la mejor exhibición futbolística de Chivas, pero los tres puntos sirvieron para amarrar el boleto a la "Fiesta Grande". Ahora queda un partido más en la fase regular y el cuadro que dirige Matías Almeyda piensa en vencer a Santos Laguna para subir del sexto puesto que ocupa en la clasificación.
"Ahora estamos mentalizados en ir a ganar a Torreón, porque esos puntos nos sirven de mucho para mejorar el lugar en la tabla y seguir subiendo en la de cocientes del próximo año. Por ello saldremos al campo con toda la determinación en este último partido para llegar en buen ritmo a la Liguilla", explica el zurdo Edwin Hernández.
El "Aris" está cerca de concluir su préstamo con el Guadalajara, aunque tiene una opción de compra por aproximadamente 2 millones de dólares. Actualmente vive su mejor momento como rojiblanco. Se ha adueñado de la titularidad en la lateral izquierda. Sabe que su equipo llegará embalado a la Liguilla, pero reconoce que el último encuentro les dejó lecciones por aprender.
"Creo que se complicó un poco al final. El rival cuenta, pero lo importante es que se consiguió el resultado y logramos lo que queríamos para poder pelear por el título. Nosotros seguiremos tratando de dar lo mejor en la cancha para corresponder al incondicional apoyo que nos ha brindado nuestra gente todo el torneo", sentencia el futbolista, ilusionado con hacer una buena fase final con las Chivas.
QUIERE AL AMÉRICA
Jorge Vergara puso a todos en su lugar. El dueño y presidente de las Chivas Rayadas del Guadalajara aguantó de todo: críticas y burlas, no se doblegó, aguantó a Matías Almeyda en la dirección técnica. Y ello le ha dado grandes dividendos, resultados que nadie se imaginaba a inicios de torneo.