BRASIL, ENCRUCIJADA DEPORTIVA DEL SIGLO XXI
Brasil, la potencia futbolística por excelencia está a prueba. Ha de presentar al mundo su mejor cara en todos los aspectos, tiene poco tiempo para superar sus graves problemas políticos, sociales y económicos. Este país que tanto ha destacado en futbol fue sede de la Copa FIFA Confederaciones en 2013, de la cual fue campeón Brasil. También tuvo la gran responsabilidad de sede del Mundial de futbol en 2014, y por si fuera poco ahora de los Juegos Olímpicos en 2016 y tiene proyectado tener en su casa la Copa América en 2019.
Como Brasil está a la vista de los medios de difusión mundial, cualquier acontecimiento que suceda en su territorio importante o no es motivo de noticia, como el caso de la adolescente violada en una favela, que está en plena investigación, pues a ciencia cierta no se sabe lo que realmente ocurrió. En otro país este hecho solamente sería motivo de noticia interna o tendría alguna pequeña mención en los noticiarios exteriores, pero en estos momentos lo que acontezca en Brasil se magnifica y se multiplica, para bien o para mal.
Tenemos también que en cuestión de política, la fiscalía de Brasil pide prisión para los presidentes del senado y de la cámara de diputados, que son figuras destacadas en el gobierno actual que sustituyó a la recién destituida presidenta de Brasil y políticamente adversarios de ésta. Independientemente de quien tenga la razón, se manifiesta nuevamente una gran autonomía de otro poder: el judicial. Y según se observa se está dando una despiadada lucha entre el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, cuando en estos momentos de eventos trascendentales, podrían dar la cara de equilibrio en sus instituciones para atraer más divisas y turismo.
Aunque con fallas, su democracia funciona, la división de poderes está bien definida en cuanto a la autonomía de cada uno de ellos, pues han sido capaces de desaforar a una presidenta que llegó al poder con una gran porción de legitimidad, pero aun así la apartaron de su cargo, aunque con la visión de la perspectiva externa no podemos afirmar si esa acción fue correcta o incorrecta, hasta que los barruntos de tormenta política se despejen. Además son asuntos que competen a cuestiones internas de ese país, que también son motivo de comentarios en muchísimos lugares del planeta, por tener dirigidos los reflectores internacionales en esa nación sudamericana por los eventos de gran magnitud que ahí se desarrollan.
En otros países suceden actos más graves que los motivos por los que se le acusó a la presidenta y sin embargo los brasileños tienen la capacidad de soportar y tolerar acciones que podrían desencadenar sucesos terribles, y sin embargo su fortaleza institucional, permite que la paz se mantenga, no sabemos si artificialmente o su naturaleza humana tenga algunos, pocos o muchos, ingredientes diferentes al resto de los latinoamericanos de este continente "que descubrió Colón".
Brasil no es hispanohablante, pero su origen sí es latino, provienen también de la península ibérica, precisamente de Portugal, y por ello hablan este idioma que también es parte de las lenguas romances por provenir al igual que el español, el francés, el italiano, etcétera del latín vulgar.
Por el gran compromiso que tienen con el mundo es que mencionamos que se encuentran en una encrucijada deportiva del siglo XXI. Con el mundial de futbol ya cumplieron, pero los Juegos Olímpicos del 2016 son otra cosa. El país por pequeños detalles se está encendiendo, no incendiando todavía; podríamos decir coloquialmente que ahí "el horno no está para bollos". Hay disturbios y problemas por casi cualquier cosa. Brasil está muy sensible y una gran oleada de turismo exigente y observador de tipo internacional estará presente en poco tiempo. Más visitantes que los que llegan normalmente a ese gran país.
Tantos problemas persiguen a este país, que hasta se dice que un grupo de científicos solicitó que por motivos del mosquito del zika, que generalmente afecta los sectores más vulnerables, como los de las favelas, suspendieran los Juegos Olímpicos, lo que ya es muy difícil, porque hay demasiado en juego para que se dé la suspensión. Brasil es un país fuerte y sus instituciones también lo son, por lo que sabrán superar todos esos escollos que están surgiendo y que son objeto de las noticias y también aquellos que no alcanzamos a vislumbrar porque son muy propios de su cultura, costumbres, clima e idiosincrasia. Brasil, la república federativa está en una encrucijada pero sabemos que la superará y volverá por sus fueros, de eso estamos seguros.