Fue un debut inesperado. Aquella noche de octubre de 1993, Atlas le ganaba 1-0 al Veracruz en el "Pirata" Fuente. A unos minutos del final se lesionó el arquero rojinegro, Miguel Fuentes. Tuvo que reemplazarlo un joven de las inferiores, pero en el primer tiro de esquina le anotan su primer gol. Empate.
En el vestidor el chico lloraba, pero el técnico lo consoló: "Pichón, no tienes por qué estar triste, vas a ser el mejor portero de México". Ese muchacho se llamaba Oswaldo Sánchez, y el técnico era Marcelo Bielsa.
Hay una postura polémica que sostengo, pero me hago cargo: Es imposible ser santista sin ser atlista y, de rebote, de Newell's. Tal vez podría resumirlo: Es imposible ser santista y sin ser bielsista. ¿Qué lazos unen al Santos Laguna con uno de los técnicos más afamados (y criticados) de la historia del futbol?
La ciudad de Rosario es la tercera más grande de la Argentina. A diferencia de Buenos Aires, que creció dándole la espalda al río de La Plata, Rosario luce con hermosas vistas del río Paraná. Es la ciudad más futbolera del interior argentino. Al igual que Monterrey, es una ciudad partida en dos. Sus pasiones se llaman Rosario Central y Newell's Old Boys.
Rosario Central, el "Canalla", debe su nombre al Ferrocarril Central Argentino, donde trabajaban sus fundadores. Es un club con hinchas célebres: El Negro Fontanarrosa, Alberto Olmedo y Fito Páez. Vamos, que hasta el Che Guevara se decía de Central aunque jamás hubiera ido a la cancha y en cambio practicara el rugby.
Newell's Old Boys tal vez sea menos vistoso, pero es el otro grande de la ciudad. Toma su nombre de Isaac Newell, un educador inglés que fundó el colegio donde se creó el equipo. Su apodo, "Leprosos", surgió gracias a un partido que organizaron a beneficio de un leprosario, al que invitaron a Central, quienes se negaron a participar. Maradona jugó una temporada aquí en sus últimos años, y los hinchas viven soñando con el día en que Lionel Messi cumpla su palabra y juegue con su club de infancia.
A principios de los noventa, Newell's pisó fuerte ganando dos campeonatos y quedando a sólo un paso de la Libertadores. Al frente estaba Marcelo Bielsa, un rosarino que poco a poco fue forjando una leyenda de técnico metódico y excéntrico. Por algo lo apodaban "El Loco".
Para la mitad de la década estaba en México, ayudando a desarrollar la cantera del Atlas. Gracias al trabajo de Bielsa, el club de Guadalajara se convirtió en un semillero del futbol mexicano. Con los años, aquellos jóvenes integraron una generación irrepetible en la selección nacional. Rafa Márquez, Juan Pablo Rodríguez, Jared Borgetti y Oswaldo Sánchez, entre otros, fueron formados por Bielsa en Atlas. Muchos de esos nombres son ahora leyendas en Santos Laguna.
Tras un fallido paso por el América y otro título conseguido en Argentina con Vélez, Bielsa inició un largo camino internacional, dirigiendo a las selecciones chilena y argentina, y varios clubes en Europa. No ha vuelto a alzar una copa, pero sus métodos y la forma de hacer rendir a los jugadores le ha sumado admiradores. Sus frases célebres aluden a esa relación agridulce con la victoria: "Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente desarrollan, combaten, se esfuerzan y ganan de vez en cuando. Muy de vez en cuando". El estadio de Newell's lleva su nombre, un privilegio que pocos pueden presumir en vida.
Ser santista es ser bielsista, porque, sin saberlo, Marcelo hizo surgir a grandes jugadores que brillaron con la camiseta verdiblanca. Por algo el capitán Oswaldo recuerda con cariño las palabras de aliento con que el argentino lo consoló luego de su accidentado debut.
Pero vuelvo a la polémica: ¿Es imposible ser santista sin ser atlista? Hay que tener memoria. Hace casi una década, en la última fecha del Clausura 2007 se jugaban la permanencia Santos y Querétaro. Los laguneros tenían que vencer a Cruz Azul en el Corona, y los Gallos no debían sumar ante el Atlas. Los rojinegros hicieron su trabajo, Santos se quedó en Primera, y al año siguiente ganó su tercera estrella.
Gracias, Club Atlas, en este año de su centenario.
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