Una vida sin perfumes, sería un mundo sin historia, aunque su origen permanece envuelto en un aura de misterio.
Las materias primas que hoy dan vida a famosos perfumes, fueron en su tiempo preciados regalos que demostraban respeto y admiración hacia quien los recibía. El mismo origen de la palabra perfume nos lleva a la Edad de Piedra, cuando los hombres incineraban maderas aromáticas para complacer con humo (per fumum) a sus divinidades.
P u e b l o s como el egipcio, el árabe o el griego, convertían en auténticos ritos el hecho mismo de perfumarse.
Fue en los años 20, cuando la perfumería pasa de la fabricación artesanal a la era industrial. Los perfumes adquieren marca propia y comienzan a presentarse en un frasco-joya.
Más adelante, llegaron esencias que han marcado y siguen marcando un hito histórico, muchos de ellos, han sobrevivido al paso de los años, acompañado a muchas mujeres y hombres durante toda su vida. Otros se renuevan modernizando sus esencias, frasco y empaque.
Existen fragancias eternamente evocadoras capaces de perdurar en el tiempo, esencias mágicas que por su historia, su belleza u osadía, han marcado el antes y el después de una determinada época traspasando todas las fronteras.
Si hay una casa histórica en el mundo del perfume, ésa es la Casa Guerlain. Sus inicios se remontan al año de 1828, desde entonces la famosa empresa familiar ha elaborado más de 300 perfumes. Entre los históricos está Shalimar, lanzado en 1925.
Chanel N° 5 de Coco Chanel fue el primer perfume de modisto. Rompió esquemas por su composición de esencias y elegante empaque. Este año, el legado olfativo cumple 95 años de seguir aromatizando a bellas mujeres por todo el mundo.
Irisé de Lanvin Jeanne Lanvin se inició en la creación de perfumes. Entre los más famosos están Irisé, Kara-Djenorum, Géranium d ’ E s p a g n e , Chypre, Mon Peché, así como Arpège (bola negra) L’Ámee perdue y Pétals froissés (1928), entre otros.