El regatista brasileño Robert Scheidt en la competencia de vela. Arranca vela, sigue debate sobre las aguas
Hojas, preservativos usados, bolsas, chancletas, palos, sillas, sillones, sofás, depósitos de agua y neveras flotantes.
Ese es el recuento de objetos avistados durante sus recientes meses de entrenamiento por algunos de los participantes en las pruebas de vela de los Juegos Olímpicos, que arrancaron el lunes en la famosa Bahía de Guanabara.
Y aún falta el listado faunístico.
"Hace un mes, me encontré un cerdo muerto, no muy lejos de aquí", relató el griego Miko Pateniotis, poco antes de echarse al agua enfundado en un espeso traje de neopreno ayer en el arranque de las competencias náuticas en Río de Janeiro.
"Vi el cadáver de un perro", apunta el argentino Bautista Saubidet, aparentemente impertérrito pese al estudio que realizó y que detectó altos indicios de contaminación con virus y bacterias, producto de materia fecal, en las zonas de competición olímpica.
"Cuando tenemos tiempo libre, vamos a surfear a la playa de Ipanema, donde está más limpia, y nos bañamos sin problemas", asegura el windsurfista de 20 años.
Pero que se lo digan a su veterano compañero Mariano Reutemann, quien se quedó fuera de los Juegos tras sufrir una herida compitiendo en el preolímpico y caer infectado por las bacterias que abundan en las aguas de la bahía.
"Tomamos todas la precauciones, tratándolo con antibióticos desde el primer momento, pero ni así lo pudimos evitar. Lo llevamos a cinco hospitales de Río y no tenían penicilina", se queja su entrenador, Hernán Vila. "La basura flotante depende de los movimientos de la corriente y de sí el mar entra o sale. Hay momentos en que no se puede navegar. En la regata es una variable si agarras una bolsa o no, y eso no puede ser en una cancha olímpica".
Pero la denuncia de Vila no es unánime, y cae en saco roto apenas unos metros más adelante en la zona de desembarco, donde la española Marina Alabau sostiene que las orillas de Río no representan problema. "Hace 10 años que entreno aquí y el agua está perfecta: muy fresquita y limpia. Hoy solo vi una bolsa. La gente exagera", zanja la actual campeona.