Mientras en Estados Unidos prácticamente quedaron definidos los candidatos presidenciales de los dos partidos tradicionales, en México la lucha por la sucesión arrancó con fuerza de tiempo atrás y va arreciando a pesar de que todavía faltan más de dos años para las elecciones.
Hillary Clinton por el partido Demócrata y Donald Trump por el Republicano, fortalecieron sus posiciones en el reciente Supermartes.
Tanto Hillary como Trump obtuvieron seis de los ocho estados disputados, aunque fue mayor la contundencia de la exprimera dama porque su principal contrincante Bernie Sanders ganó dos entidades relativamente pequeñas como Vermont y Oklahoma.
El empresario neoyorquino alcanzó el triunfo en las primarias en seis estados, pero su opositor Ted Cruz le arrebató Texas y Oklahoma, el primero representaba un total de 155 delegados y el segundo 43.
Pero la victoria de Trump en estados emblemáticos como Massachusetts, Georgia y Virginia, fue suficiente para fortalecer sus aspiraciones y dejar pavimentado el camino rumbo a las elecciones presidenciales a celebrarse el primer martes de noviembre.
Los analistas sugieren que ni Ted Cruz ni Marco Rubio podrán contener la ventaja que les lleva Trump, salvo que ambos se unan y formen una coalición que les permita recuperar votos y simpatías. Sin embargo, a estas alturas del partido se vislumbra difícil que tomen tal decisión, porque además ¿quién de los dos estaría dispuesto a ceder su lugar al otro?
Trump sigue ganando terreno gracias a esa combinación de arrogancia y sarcasmo que muestra día a día en contra de la clase política norteamericana. Hace unas horas declaró que buscará acercarse al líder del Senado, el republicano Paul Ryan, en un intento de zanjar la animadversión en contra de su candidatura por los políticos de su propio partido.
"Estoy seguro que podré llevarme bien con él, pero si no se puede, él tendrá que pagar un alto precio", sentenció Trump.
Pero volviendo a México, tenemos aquí un panorama muy distinto y todavía muy lejos de quedar definido.
Serán cuatro los partidos con posibilidades reales de ganar la elección presidencial en el 2018, a saber el PRI, PAN, PRD y Morena. Sin olvidar, desde luego, la participación exitosa de algún candidato independiente.
Si no se realizan coaliciones y si la situación política y económica no empeoran, es de suponer que el tricolor volverá a ganar porque cuenta con la enorme ventaja de estar en el poder.
No tenemos la menor duda que será el presidente Enrique Peña Nieto quien designe al candidato del PRI, sin embargo, será muy importante que el elegido sea el adecuado en cuanto a su capacidad, popularidad y trayectoria.
Al momento estos son los principales contendientes, en el siguiente orden, según nuestra apreciación:
Luis Videgaray. Es el hombre de mayor confianza del presidente Peña Nieto, coordinó su campaña y lo ha mantenido en Hacienda contra viento y marea. Es un político eficiente y organizado, aunque su imagen adusta y distante le ocasionará problemas a la hora de la votación.
Miguel Osorio Chong. Ha logrado más de lo esperado en Gobernación, el simple hecho de cumplir tres años en ese puesto es una hazaña política. Es muy dedicado, pero demasiado discreto. Aunque no la tendrá nada fácil, es una segunda buena opción para el PRI de Peña Nieto.
Manlio Fabio Beltrones. Se metió en la jugada a su llegada al PRI nacional. Tiene la experiencia y trayectoria suficientes para arribar a Los Pinos, aunque no es del equipo cercano de Peña Nieto por lo que se observa difícil su candidatura. Pero lo mismo se decía antes de llegar al PRI.
Aurelio Nuño Mayer. Puede convertirse en el caballo negro o el tercero en discordia. Es todavía un aprendiz de la política, pero a sus escasos 38 años ya demostró que no le tiene miedo al sindicato más poderoso de Latinoamérica. Peña Nieto lo designará si se complica la situación de México.
Detrás de estos cuatro personajes figuran con menos posibilidades el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade; el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila; y algún otro gobernador o ministro que pudiera destacar en los próximos quince meses. En posteriores artículos hablaremos de los candidatos posibles de los otros partidos y también de los independientes.
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