Los ataques aéreos del miércoles sobre la provincia siria de Idlib, controlada por los rebeldes, fueron "una atrocidad", afirmó ayer la agencia de Naciones Unidas para la Infancia. El suceso podría ser el ataque con más muertos en una escuela desde el inicio de la guerra siria hace casi seis años. En los bombardeos murieron 22 niños y seis profesores, indicó UNICEF, y añadió que era probable que la cifra de muertos aumentara. La defensa civil señaló que había dos escuelas en la zona, que recibió 11 impactos