Los menores de edad que caen detenidos por delitos menores o faltas administrativas no son reclamados por sus padres. No los buscan y prácticamente 'se lavan las manos'.
Se creará una Unidad Especializada de Atención a Menores Infractores en Torreón.
"Debido a que son preocupantes las cifras de adolescentes de entre 13 y 17 años que perdidos algunos por adicciones, desintegración familiar, vagancia o por estar en total abandono de los padres, enfrentan riesgo de convertirse en delincuentes potenciales, se les apoyará para evitar que sean enganchados por pandillas", dijo el alcalde Miguel Ángel Riquelme Solís.
En la reunión de evaluación de indicadores de incidencia delictiva realizada ayer, informó que tras revisar durante dos años y medio esta problemática, se determinó que la situación va en crecimiento, "el problema se agrava, pues no ha sido suficiente el seguimiento, ya que es alta la reincidencia y los padres prácticamente se lavan las manos".
Explicó que la Dirección de Seguridad Pública, a través de la Unidad de Atención a Víctimas, reportó, en lo que va del año, la detención de 247 menores, 120 por faltas administrativas, 83 por delitos menores como alteración al orden, riña; 40 por robo, 27 por grafiti, y 22 por consumo de drogas.
Todos son llevados al Tribunal de Justicia Municipal de la calzada Colón.
Graciela Caballero Luévanos, titular de la Unidad, dij,o por su parte, que existe un elevado índice de reincidencia y por lo tanto se requiere trabajar más en la canalización y el seguimiento.
Riquelme dijo que esta unidad especializada trabajará separada de la Unidad de Atención a Víctimas de la Violencia y será necesario dotarla de personal experto.
La unidad se coordinará con otras dependencias como el DIF y Centros de Integración Juvenil.
"Las estadísticas reclaman un mayor nivel de prevención porque los menores son detenidos y remitidos a los Tribunales, pero después de la detención nadie los busca".
Abandonados
Los menores de edad que caen detenidos por delitos menores o faltas administrativas no son reclamados por sus padres. No los buscan y prácticamente 'se lavan las manos'.
