El judoca Eduardo Ávila llegó ayer a la Ciudad de México.
El judoca Eduardo Ávila Sánchez regresó ayer a tierras mexicanas luego de ganar su tercera medalla y su segundo oro paralímpico en los Juegos de Río 2016.
Ávila manifestó su alegría por conquistar nuevamente el oro paralímpico, después de haber sido medallista de bronce en Londres 2012.
"Ha sido un camino bastante complicado estos últimos cuatro años: ha habido lesiones, derrotas, victorias; sobre todo aprendí mucho. Ya me saqué la espinita de hace cuatro años, en Londres llegué muy confiado, error mío, y tuve una de las mejores lecciones de la vida. Fueron cuatro años difíciles pero que también disfruté mucho, me doy cuenta de todo el trabajo que hemos hecho".
Ávila Sánchez confesó haber puesto en duda su participación en la final paralímpica, luego de sufrir una lesión al disputar la semifinal contra el ucraniano Oleksandr Kosinov, y señaló que escuchar el Himno Nacional Mexicano fue su motivación para continuar luchando hasta arrebatar el oro al coreano Lee Jungmin.
"Tuve un desgarre inguinal que ya no me permitía mover bien la pierna. Fue complicado, por un momento pensé que ya tenía la de plata y estuve a punto de no pelear la final, pero entre la psicóloga, el fisiatra y el médico hicieron un equipo bastante bueno para contrarrestar eso, la psicóloga me recordó que un guerrero no se rinde, que me fuera a partir la cara para poner a mi país en alto y fue lo que hice", dijo.
