El Consejo Coordinador Empresarial lanzó un ultimátum al Gobierno Federal; las palabras utilizadas son claras y determinantes: ¡Ya basta!
"Ya basta: los derechos y la seguridad física y patrimonial de ciudadanos y empresas no pueden ser moneda de cambio de ningún proceso de diálogo o negociación entre un grupo en particular y las instituciones del Estado…"; dirigiéndose a Peña Nieto -si Usted quiere, a través de Osorio Chong-: "honre su razón de ser y mandato constitucional de cumplir y hacer cumplir la ley". Más claro, ni el agua.
Este es un problema que se veía venir, no desde el actual gobierno federal y de los estados en ingobernabilidad, sino de tiempo atrás, con administradores corruptos, opacos, en flagrante impunidad, en la que están involucrados con grave responsabilidad gobiernos federales de sexenios anteriores: dejar hacer y dejar pasar fue el inicio de la situación actual.
Es obvio que los propios politiqueros "crearon su propio monstruo", solo que a quienes devorará es a nosotros, los mal gobernados por ellos.
Responsables, esos que aceptaron dar concesión tras concesión a los líderes sindicales, a sabiendas que los beneficios no llegarían a los verdaderos profesores y otros muchos que, sin la preparación adecuada, estaban frente a grupos y ahora se ven amenazados por la Reforma Educativa.
Siendo empáticos con ellos, pensemos en su situación personal y familiar, amenazadas sus familias -aunque sea a largo plazo- de perder el ingreso paupérrimo con el que se alimentan y curan.
Sin duda son los muy mal pagados los siempre utilizados para mostrar fuerza política y lograr mayores beneficios. ¿Ya olvidó aquellos regalos de vehículos suntuosos a los líderes sindicales, dados por la ahora presidiaria Esther Gordillo?
Al bloquear la Guelaguetza, sin duda que generan presión al empresariado que "dejará de ganar", pero a quien más ofenden es al pobre: al danzante; a ese vendedor de artesanía; el comerciante quien se quedará con su mercancía y la deuda para adquirirla; a la vendedora de comida regional tradicional, que esperaba mejorar en algo su economía familiar. ¿Quién los quiere hacer enojar y desesperar?
Ya hemos tratado el fenómeno del miedo como medio para manipular voluntades de personas y de masas; es claro el procedimiento en el caso: "perderás las ganancias sindicales", que bien pude traducirse en "dejarás de obtener el pan para tus hijos". ¿Usted cómo reaccionaría dado el caso?
Sin embargo, el daño se puede cuantificar en miles de millones de pesos y, por desgracia, no se percibe una luz en el camino y, por el contrario, se empieza a evidenciar el desacuerdo entre los mexicanos. ¿Recuerda cuando sucedió eso y cuáles fueron las consecuencias?
El dilema para el presidente Peña es enorme: si cumple con su grave responsabilidad de mantener la gobernabilidad, por el camino que lleva será el empleo de la fuerza pública; si no actúa ¡Ya!, el conflicto llegará a la violencia extrema.
Se ha denunciado a grupos de radicales en medio del conflicto, inclusive se han mencionado nombres de políticos que tienen como única meta alcanzar el poder.
Para ellos, el camino que está siguiendo el conflicto es el deseado, hasta que haya una justificación con más sangre, que indigne a la población llevándola a la reacción. Recuerde los casos de Nochtitlán y Ayotzinapa, sin aclaración aceptable.
En días pasados nos sorprendió el desacuerdo de la medición de la pobreza, de cualquier manera está afectando a más mexicanos; ese es el caldo de cultivo ideal para la desesperación del ciudadano mayormente afectado. Imagine su actitud ante promesas mesiánicas.
Con el paso del tiempo -sexenios- las ligas y nudos de poder, aplicados al beneficio de grupos políticos y económicos, se incrementaron de tal forma que ahoranadie puede actuar sin afectar intereses ilegítimos de otros, que a su vez les conocen sus antecedentes inmorales.
Recuerde como inició el grave problema del narcotráfico mexicano: de ser simple camino de paso a los Estados Unidos, terminó en transformarse en la industria de la drogadicción más importante del mundo, llegando hasta Europa y Medio Oriente. ¿Cómo pudo avanzar el narcotraficante hasta alcanzar tal poder?
Temo que usted se moleste, pero nosotros estamos involucrados por mostrar desinterés y hasta negligencia al ver crecer los índices de corrupción que genera criminalidad. Hace algunos años, hasta llegamos a comentar con cierto grado de reconocimiento todos esos actos delincuenciales que generaban riqueza material. Personalmente traigo a memoria nombres de personas regionales; ¿usted?
Ante la difícil situación, queda el actuar, empezando por encontrar fórmulas que sean aplicables y respuestas adecuadas a las reacciones de los afectados.
El reto es encontrar al líder que ose tomar la grave responsabilidad de encabezar el cambio, que al parecer hace vigente aquello que pregonaba Diógenes con una lámpara encendida en pleno día, cuando burlescamente le preguntaban su porqué: "busco un hombre".
