Pacientes aseguran que en cualquier momento puede ocurrir otra muerte en la carretera Torreó-Matamoros, pues no existe puente peatonal o paso seguro en el sitio.
420
MILLONES DE PESOS
Se invirtieron para la construcción y equipamiento del nuevo Hospital General de Torreón.
NúMERO Llegar al Hospital General de Torreón representa una auténtica odisea para los pacientes que no cuentan con vehículo propio.
La mayor parte de los usuarios deben cruzar corriendo la carretera Torreón-Matamoros, luego deben atravesar la plaza del manto de la virgen y pedir su ingreso, esto sin importar que cuenten con alguna lesión o discapacidad.
"Aquí, casi no llegan los camiones, los taxis nos cobran 20 pesos para darnos la vuelta y no cruzar. Ahí aprovechan para todos los que venimos de aquel lado de la carretera", asegura Miriam Vélez, paciente del centro médico.
A la misma altura del hospital se encuentra la Universidad Tecnológica de Torreón (UTT), cuyos alumnos deben de padecer de la misma suerte cuando son dejados en el sentido al poniente de la carretera, correr antes de ser arrollados.
Fue apenas el siete de marzo pasado cuando un hombre murió tratando de cruzar por ese mismo lugar, los testigos de aquel percance reclamaron a los agentes de tránsito su poca vigilancia en la vialidad, además de la falta de un puente peatonal.
Faltan espacios
Aquellos pacientes y familiares que llegan a la Sala de Urgencias del Hospital enfrentan otras complicaciones, pues es insuficiente el espacio disponible para sentarse y esperar turno, por lo que muchos deben salir y esperar en banquetas del exterior.
Para "solucionar" el problema, las autoridades colocaron este año dos líneas de bancas de metal a las afueras de urgencias, son de color negro y se ubican directamente bajo el sol, sin sombras a los alrededores.
"Salió peor que movieran el hospital para acá, nos queda más lejos y nos atienden peor... nos tienen como animales", dijo Juan Pablo Martínez, paciente que asiste desde la colonia Antigua Aceitera.