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Beisbol Lagunero

MEMORABLE JUGADA EN INOLVIDABLE SERIE DEL CARIBE

JUAN A. GARCÍA VILLA

El lunes pasado dio inicio la edición número 58 de la Serie del Caribe de beisbol, que habrá de concluir este domingo. El certamen ha registrado de todo. Desde un lamentable pésimo desempeño del equipo representativo, Tigres de Ciego de Ávila, del país actualmente campeón, Cuba, gran potencia beisbolera, que hasta ayer no había podido ganar uno solo de los tres encuentros que ha sostenido, hasta la muy agradable sorpresa de ser México (Venados de Mazatlán) el único conjunto invicto del torneo.

Hemos disfrutado juegos sensacionales, formidables lances a la defensiva, interesante guerra de estrategias por los timoneles, pitcheo magnífico y hasta un frustrante festival (derby) de jonrones.

Nuestro país participa en estas Series del Caribe desde 1971, ha sido, hasta ahora, su sede en trece ocasiones y ha conquistado el título en ocho ocasiones. Por ello, resulta pertinente preguntarse cuál habrá sido, hasta la fecha, la jugada de mayor emotividad por parte de México.

Probablemente la casi totalidad de los cronistas responderá que el toque suicida (jugada de squeeze play) ejecutado con maestría por el finado Nelson Barrera en Maracaibo, Venezuela, el 8 de febrero de 1986.

El toque de bola de Nelson fue en el noveno juego de esa Serie del 86. Se enfrentaban las Águilas de Mexicali a otras Águilas, las Cibaeñas de la República Dominicana. En la parte baja de la novena entrada unas y otras aves tenían el marcador empatado a 7 carreras.

A México le correspondía cerrar el que podría ser el último episodio del encuentro. Con un out en la pizarra y corredor en tercera base, fue a batear El Almirante Barrera. El piloto mexicano Benjamín "Cananea" Reyes, en una orden loca, envió seña de squeeze play. Conocedores los dominicanos de la fama que ya entonces tenía Nelson de ser gran cañonero, nunca imaginaron lo que habría de intentar en ese turno al bat. El factor sorpresa fue decisivo. Pero también la magnífica ejecución de la jugada.

Después de haber sacado un foul, Nelson ejecutó de manera magistral el toque de bola, o "planchita" como le dicen los caribeños. Al lanzamiento del pitcher, el corredor de tercera salió como bólido al pentágono para anotar la octava carrera y dar así el triunfo a México. Azorados, los quisqueyanos quedaron regados sobre el terreno de juego.

México superó en el siguiente y último encuentro a Puerto Rico por score de 5 carreras por 4. Ganó así la Serie del Caribe de 1986. De haber perdido el juego previo con los dominicanos, difícilmente nuestro país habría alcanzado ese año la corona. La obtuvo por aquella memorable jugada en el choque contra Dominicana, gracias al toque suicida de Nelson Barrera. Que hoy es ya de leyenda.

Jagarciav@yahoo.com.mx

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