El camino es el mismo de cada quince días; el sentimiento que mueve a miles de aficionados, también.
Hoy, la Casa del Dolor Ajeno ha quedado atrás. Al menos para la directiva, que ha cedido a peticiones de la Liga MX para dejar en el pasado un mote que acompañó al equipo local durante muchos años. Parte de la historia se va con él.
Oswaldo Sánchez fue el encargado de develar el nuevo mote, Templo del Desierto, que desde que se dio a conocer, durante la víspera, no ha recibido más que críticas.
No hay más rayas verticales en el uniforme. Al menos durante los dos últimos encuentros como local. Tampoco se podrá llamarle Casa del Dolor Ajeno al estadio de los Guerreros. El mote, incluso, ha quedado obsoleto.
Y es que en el estadio Corona ya no predominan las playeras verdiblancas.
En el encuentro de anoche, el rojiblanco se dejó sentir con fuerza. Casi a la par.
Lo mismo pasa cuando viene el América. O Tigres. Y las aficionas de Pumas, Cruz Azul y Rayados también hacen ver al estadio a su tope. Pero los más fieles siguen ahí. No se han movido. La Komún canta. La Tribu no se queda atrás.
Sol Plateas ocupa sus lugares y ondean sus banderas justo en medio de la tribuna oriente.
La cerveza sigue corriendo en el estadio con singular alegría. Acompañada de aromas que invitan a probar algo de los puestos de comida que cada vez van en aumento.
Es la Casa del D... perdón. ¡La costumbre!
Y las redes sociales se inundan de malestar al conocer el nuevo mote oficial. Innecesario, quizá. "¡Queremos que regresen nuestras tradiciones!", claman los más románticos.
Antes de que comience el encuentro, con los tambores resonando en el fondo, uno de los más acérrimos dice: "Es el Templo de la Pasión, mi amigo".
Las barras locales no dejaron de cantar durante el juego. (E. Sepúlveda)