Bloquea las enfermedades respiratorias
La neumonía es de las principales preocupaciones de los padres de familia, más aún cuando se acerca la temporada donde son frecuentes los cambios bruscos en las temperaturas, pues los niños son susceptibles de contraer enfermedades.
El pediatra, Alberto Pérez Canedo, explicó que la neumonía en un proceso inflamatorio de las vías respiratorias bajas que afecta el espacio aéreo y el intersticio pulmonar ocasionando consolidación del segmento afectado. Antiguamente se le llamaba pulmonía, pero este término fue desechado.
“La bronconeumonía es un proceso inflamatorio de pulmón que afecta principalmente el espacio alveolar”, comentó, “existe otro término que es la neumonitis, problema que afecta principalmente el espacio intersticial”.
Las causas pueden ser muy variadas, las más comunes son: la infecciosa, bacteriana o viral, por inmersión, broncoaspiración, por parásitos, por químicos (aceites que las mamás ponen en la nariz del pequeño), inhalantes (aspiración de gases como los del petróleo o la gasolina), y las inmunológicas.
“En general se piensa que las bronconeumonías son por bacterias, pero hay virus como los de la gripe, citomegalovirus, sincitial respiratorio, del sarampión, de la varicela que también la pueden producir”, explicó.
“Las bacterias más comúnmente involucradas son el estreptococo pneumoniae, haemophilus influenzae y estafilococo dorado, aunque hay muchas otras”, indicó.
De riesgo
En México, las infecciones respiratorias bajas son la primera causa de muerte. El especialista señaló que los microbios pueden llegar al pulmón por vía aérea, por vía sanguínea, por lesiones o sondas, por enfermedades que disminuyen la resistencia a la infección.
“El cuadro clínico es de antecedentes de infección de vías respiratorias altas, fiebre, malestar general, escalofrío, tos con flema, dolor costal, dificultad respiratoria con aleteo nasal, tiraje intercostal, retracción xifoidea, respiración rápida, cianosis (coloración azulada de la piel); ataque al estado general, al auscultar el pecho se oyen estertores o silbidos en caso de bronconeumonía y, en caso de neumonía, hipoventilación pulmonar”, comentó.
Dijo que el diagnostico básicamente es por el cuadro clínico y se corrobora por exámenes de laboratorio como biometría hemática, cultivos, rayos X de tórax, o tomografías en las que se pueden observar las lesiones o sus complicaciones.
“Las complicaciones pueden ser muy graves, desde una necrosis, abscesos pulmonares, derrame pleural, bacteremias, septicemias, neumotórax”, explicó.
Tratamiento
El tratamiento puede ser ambulatorio o en hospitalización, según las condiciones del paciente.
“Puede ser con oxígeno, se usan antibióticos intravenosos de preferencia, control de la fiebre, dolor y líquidos para mantener la hidratación y alimentos para su nutrición”, indicó.
Como medidas de prevención, se recomienda evitar lugares públicos, personas enfermas o posibles fuentes de contagio, evitar cambios bruscos de temperatura, no automedicarse y atender resfriados.
También hay que evitar irritantes, como la contaminación ambiental, humo de cigarro, alcohol, llevar una dieta balanceada que incluya frutas, verduras, cítricos, aplicarse la vacuna contra el neumococo y la influenza.
Cuídate del aire acondicionadoEl uso constante de equipo de aire acondicionado favorece la aparición de enfermedades como catarros, faringitis, rinitis, dolor de cabeza, náuseas, garganta o contracturas musculares, advirtió la especialista Aracely Magdalena García Hernández.
Señaló que las mucosas de la nariz se encargan de calentar y limpiar el aire que llega a los pulmones, sin embargo, cuando los sistemas de refrigeración están programados para una temperatura baja, las mucosas no pueden hacer bien su función, lo que obliga a respirar por la boca.
“Esta situación hace que el aire frío y contaminado llegue directamente a la garganta y a los bronquios, causando amigdalitis, laringitis o bronquitis, generando en las empresas incapacidades laborales”, dijo.
Indicó que es importante que la piel y los músculos no reciban el impacto directo del aire frío, debido a que nuestro cuerpo no es capaz de adaptarse tan rápido a los cambios bruscos de temperatura.