Neymar es la máxima figura de la selección brasileña. (EFE)
Los brasileños saben que la derrota de 7-1 ante la selección mayor de Alemania en la Copa del Mundo nunca se olvidará. Eso no significa que vencer a los rivales en la final del fútbol de hombres en los Juegos Olímpicos de Río no tenga un sabor especial.
Dos años después de ser humillado en casa, Brasil encara hoy al equipo sub 23 alemán con la oportunidad de ganar la medalla de oro por primera vez.
La victoria le daría a Brasil el único trofeo que no ha ganado en el fútbol, pero no una revancha del descalabro de 2014.
"Ese fue el Mundial, este es el equipo olímpico", declaró el técnico brasileño Rogerio Micale. "Neymar no jugó en ese partido, por lo que no hay nada que pueda generar cualquier tipo de sensación de que debemos tomar revancha".
Sin embargo, los aficionados brasileños han esperado la venganza ante los alemanes, aunque sea en un torneo que se juega entre equipos mayormente conformados por jóvenes y sin la misma importancia de la Copa del Mundo.
Neymar formó parte de la selección brasileña en 2014 pero no participó en el encuentro ante Alemania después de sufrir una fractura de vértebra lumbar en los cuartos de final ante Colombia.
"No hay nada como jugar en casa y tener la oportunidad de ganar algo sobre lo que hemos soñado por tanto tiempo", añadió Neymar el viernes. "Estamos enfocados sólo en jugar bien y ganar esta medalla de oro".
El único alemán que estuvo convocado en el Mundial es Matthias Ginter, pero no salió de la banca y nunca jugó en el infame partido en el Estadio Mineirao en Belo Horizonte.
Brasil se ha colgado tres veces la presea de plata y dos la de bronce. Hace cuatro años se tuvo que conformar con la plata al caer en la final ante México.