Pues mis queridos amigos, les platico que ya estamos en San Diego, luego de participar en la transmisión de la final del campeonato mexicano jugada en Monterrey, para asistir al encuentro de preparación que la selección mexicana de futbol sostendrá ante el actual campeón de América, el cuadro representativo de Chile.
La patada inicial de este extraordinario torneo está cada vez más cerca y comentaba con ustedes que hace unos días estuve en Chicago en la concentración de los silbantes. Ahí les conté a mis colegas una anécdota que quiero compartir.
Precisamente ahí, en la "ciudad de los vientos", tuvo lugar la inauguración de la copa del mundo en 1994. Un servidor fue designado para ese juego entre Alemania y Bolivia. Cuando salíamos del hotel para el estadio, elegantemente ataviados con un saco verde aguacate y corbata pese a los 42 grados centígrados de calor, una voz típicamente sudamericana gritó a nuestras espaldas: "¡Eh Brizio, es usted el árbitro del encuentro!, ¿verdad?, a lo que respondí afirmativamente con un gesto, entonces el tipo dijo: "Vaya tranquilo, nada más lo va a estar viendo todo el mundo".
Pues a los chicos enfundados en la casaca negra y a los futbolistas de cada una de las dieciséis participantes, se estima los estarán mirando por televisión y las diferentes plataformas la friolera de ¡4 mil millones de personas alrededor del mundo! Se dice fácil pero es una burrada de cifra.
Como ustedes saben, para dar un carácter continental al certamen, a partir de 1983 se invitó a dos selecciones de Concacaf que fueron México y Estados Unidos pero el abanico se amplió y la Conmebol ha girado la convocatoria a equipos de otras confederaciones. Algunas declinaron pero hubo una que decidió asistir.
Si usted dijo Japón, permíteme decirle que acertó. En el año 1999 el cuadro de la nación del sol naciente participó con más pena que gloria y hasta la fecha es el único cuadro fuera de América en hacerlo. En algún momento se invitó a España y a China pero decidieron mejor pintarle un violín a los organizadores.
El tricolor es pasajero frecuente y selecto de esta copa. Desde la primera apertura en Ecuador 1983 jamás ha dejado de participar y el jugador azteca con más partidos jugados es el capitán Claudio Suárez quien concurrió a cinco eventos acumulando 22 partidos.
El "caballo de hierro" histórico en Copa América es un jugador chileno de nombre Sergio Livingstone. El angelito nada más saltó a la cancha enfundado en la camiseta roja en 34 ocasiones, aunque en su época se jugaba cada dos años el torneo por lo que el número parece imposible de siquiera ser empatado.
En el listado de futbolistas con mayor número de actuaciones, aparece un colombiano que jugó en nuestro país con 27 apariciones. Se trata del mediocampista Leonel Álvarez quién fichó con Veracruz. Un conocido de la fanaticada crema, Leonardo Rodríguez, fue premiado como el mejor jugador en la Copa América de 1991. Nos vemos mañana.
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