Todavía con el desagradable sabor de boca que me dejó la prematura eliminación de México de esta Copa América Centenario, he decidido dar carpetazo al asunto y enfocarme a lo que sigue.
En declaraciones posteriores al partido se advierte un tono de desencanto en Decio de María, presidente de la FEMEXFUT, en cuanto a la labor del técnico Juan Carlos Osorio pero es un hecho que este hombre es un empleado y que la decisión de la continuidad del colombiano está en manos de la asamblea de dueños.
Que sea lo que Dios quiera pero la vida sigue y el certamen también así que tenemos en puerta las semifinales donde se presentan dos enfrentamientos diametralmente opuestos.
El primero de ellos tiene un claro favorito que es Argentina ya que la selección de los Estados Unidos ha llegado más lejos de lo esperado. Los pamperos han sido contundentes y están ansiosos de llevarse el trofeo a sus vitrinas habida cuenta que no ganan este torneo desde que lo hicieran frente a México en la edición jugada en Ecuador en 1993.
Este partido será arbitrado por el silbante paraguayo Enrique Cáceres, quien tendrá como principal misión cuidar la integridad física de Lionel Messi.
El otro juego enfrenta dos estilos y será una guerra en calzoncillos. Por un lado el atildado juego de los cafetaleros, liderados por James Rodríguez y del otro esos gladiadores vestidos de rojo, victimarios del tricolor, que buscarán refrendar el título que Chile ostenta en esta Copa de la mano de Alexis Sánchez.
En este duelo no podrá ver acción Arturo Vidal, suspendido por acumulación de tarjetas y será dirigido por el árbitro salvadoreño Joel Aguilar, quien cuenta con experiencia mundialista en Brasil 2014.
A los organizadores se les murió la gallina de los huevos de oro que es la selección mexicana. Los paisanos son los únicos capaces de llenar en cuanto estadio juegue su equipo pero son seguidos de cerca por la afición colombiana. El colorido que ponen y la belleza femenina presente en sus partidos son un verdadero agasajo sobre todo en estos tiempos de tristeza y melancolía futbolera.
Sin embargo, algunos expertos piensan que acá en los Estados Unidos se puede presentar una final idéntica a la que se jugó hace apenas un año en Santiago de Chile.
Es decir, estaríamos viendo a la roja chilena contra la albiceleste argentina lo que desde mi punto de vista sería un juegazo.
Esto relegaría a Estados Unidos y a Colombia al juego por el tercer lugar.
Mañana platicaremos del tema de los liderazgos al interior del plantel nacional.
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