Laguna. Sobre la calle Juárez, esquina con Vergel, se formó una laguna de aguas negras que se extiende a otras vialidades como Ocampo y Escobedo.
A las inundaciones les siguieron los brotes de aguas negras en calles del Centro de la ciudad, debido a que muchas de las líneas del drenaje están colapsadas y empeoraron con las lluvias de la semana pasada.
Lo que a inicios de semana era una pequeña fuga de agua pestilente, se convirtió desde ayer en una inmensa laguna que cubre lo ancho de la calle Juárez en la esquina con la avenida Vergel, a unas cuadras de la presidencia municipal.
La corriente de aguas negras se extiende hasta las calles Ocampo y Escobedo, justo donde se encuentra un paso peatonal sobre el puente a desnivel.
Habitantes y encargados de negocios señalaron que la salida de agua sucia es un problema recurrente en este sector, y que se agravó con las lluvias que se presentaron desde el jueves y hasta la noche del sábado de la semana pasada.
Dijeron además que por esta situación, las coladeras de sus casas presentan taponamientos mientras que los registros exteriores también están saturados, de manera que no pueden usar los sanitarios ni las regaderas con entera confianza porque en ocasiones el agua se regresa.
Con las altas temperaturas, los malos olores se vuelven insoportables y les generan dolores de cabeza y malestares; las familias temen contraer enfermedades si el problema persiste.
Hasta ayer, personal del Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa) no había acudido al lugar para tratar de aportar una solución a los vecinos afectados, quienes demandaron que se destapen los registros del drenaje cuanto antes.
Una situación similar se presenta en la avenida Allende, entre las calles Ocampo y Escobedo, frente al mercado José Ramón Valdés.
Comerciantes del sector señalaron que muchos de los registros de las banquetas están tapados, al igual que los de la red general del drenaje, y que esto se debe a que en muchos puntos las líneas que conducen las aguas residuales están caídas o simplemente ya no existen, porque son de las más antiguas, de barro, que se acabaron con el tiempo.