Fetidez. Cuando la temperatura sube la situación se vuelve insoportable, describieron los vecinos. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Durante tres semanas han brotado aguas negras del drenaje colapsado de la calle Ignacio Ramírez, entre las avenidas Hidalgo y Mina en el Centro de la ciudad, situación que tiene a los vecinos inconformes y temerosos de que esto les acarre un problema de salud.
Y es que con el calor que se ha dejado sentir, la fetidez que surge de las aguas residuales se vuelve insorportable.
"Imagínese cómo estamos a eso de las cuatro o cinco de la tarde", dijo Francisco Javier García, encargado de un taller mecánico ubicado en el número 1077 de la avenida Mina, cuya mitad de la banqueta está cubierta del agua verdosa y maloliente.
Es justo donde estaciona los vehículos a reparar, una actividad que no puede dejar de hacer a pesar de la tortura que le significa respirar, pues de ello depende su economía familiar y la de otros más.
A la emanación de aguas residuales se suma una fuga de agua potable que en últimos días, se presentó en la parte trasera de una empresa hielera.
Tanto ha durado la salida de agua limpia, que los trabajadores hicieron una especie de zanja para que ésta corra sobre la banqueta y la reciban los árboles y algo de pasto ahí plantados.
El problema es que en algún punto, las dos fugas se encuentran y hacen una sola corriente que prácticamente da la vuelta a la manzana, pues corre desde la esquina de la Ignacio Ramírez y la Mina hacia la calle Justo Sierra, incluso ha llegado hasta la avenida Hidalgo cuando la boca de tormenta que está sobre dicha vialidad también se satura.
TUBERÍA DE BARRO
La calle Ignacio Ramírez fue una de las que se repavimentaron meses atrás, como parte del programa para sustituir la carpeta asfáltica que se dañó desde las lluvias registradas en 2014 y el año pasado.
Pero debido a que el drenaje se colapsó, empleados del Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa) tuvieron que abrir el pavimento para reponer la tubería y tratar de corregir el brote de aguas negras.
Según explicaron integrantes de la cuadrilla, es de las líneas más antiguas de la ciudad, pues la tubería es de barro y a esto se debe que se haya colapsado; en pocos días han repuesto unos 30 metros y aún falta abarcar otros tramos.
Aseguraron que una vez que hayan retirado toda la línea dañada y sustituido por tubería de pvc, de ocho pulgadas, las aguas negras dejarán de brotar.
Problema
Exigen que se corrija el problema.
⇒ Vecinos están inconformes y temerosos ante un posible problema de salud.
⇒ Las aguas negras han brotado por tres semanas.
⇒ Además hay fuga de agua potable.