Autos. El presidente de Mitsubishi Motors, Tetsuro Aikawa, ofrece una rueda de prensa para presentar los resultados del pasado ejercicio fiscal.
Los pedidos domésticos diarios de los vehículos de Mitsubishi Motors se redujeron a la mitad en una semana, a raíz del escándalo por la manipulación de pruebas sobre la eficiencia de combustible en sus automóviles compactos.
El presidente de la corporación japonesa, Tetsuro Aikawa, informó ayer miércoles en conferencia de prensa sobre el desplome de las ventas del grupo y reconoció que, aunque la situación es grave, "es extremadamente difícil estimar el futuro".
Mitsubishi aplazó la publicación de su pronóstico de ganancias para el año fiscal 2016 debido justamente al impacto que tendrá el escándalo que protagoniza, el cual, sin embargo, ya ha sido evidente con la reducción de sus ventas en una semana.
A pesar de las crecientes especulaciones, Aikawa negó tener planes de renunciar de manera inmediata y dijo que tampoco lo hará el director ejecutivo de la marca, Osamu Masuko, quien en 1991 era el presidente del fabricante de automóviles cuando comenzó la manipulación de datos.
Ante los llamados para que Masuko asuma su responsabilidad en la alteración de las pruebas y dimita, Aikawa explicó que los miembros de la presidencia de Mitsubishi nunca han estado involucrados en el establecimiento de los objetivos de la economía de combustible."Haremos todo lo posible para resolver este problema tan pronto como sea posible y tomaremos medidas para evitar que se repita, con la esperanza de reaparecer en escena otra vez", agregó el presidente de la corporación.
Mitsubishi Motors ha estado en la línea de fuego desde que admitió que exageró el consumo de combustible de cuatro de sus vehículos compactos, incluidos dos modelos que suministra a Nissan Motors, de acuerdo con despachos de la agencia local de noticias Kyodo.
Apoyan compra de autos eléctricos
El Gobierno alemán ha acordado con los principales fabricantes automovilísticos del país subvencionar con 4.000 euros la compra de un vehículo eléctrico y con 3.000 euros la de un híbrido, que combina un motor eléctrico con uno de combustión interna.
El plan fue presentado ayer en una rueda de por los ministros de Finanzas, Wolfgang Schäuble, de Economía, Sigmar Gabriel, y de Transportes, Alexander Dobrindt, tras la reunión celebrada ayer tarde en Cancillería con participación de la canciller, Ángela Merkel, y de los máximos responsables de Daimler, Volkswagen, y BMW, entre otros.
Los costes de este programa, de unos 1.200 millones de euros, serán compartidos a partes iguales entre el Estado y la industria automovilística. El plan debe todavía aprobarse en el Consejo de Ministros, pero el objetivo es que comience a aplicarse en mayo.