Cafeína y niños, una mala combinación
La cafeína es una sustancia naturalmente amarga que suele procesarse para disimular su sabor. Tiene varios efectos en el metabolismo del cuerpo, incluyendo la estimulación del sistema nervioso central debido a lo cual también es considerada como una especie de droga y no es recomendable para los niños.
La doctora pediatra Blanca Berenice Serrano Hernández explica que la cafeína es una sustancia de consumo popular, ya que se encuentra presente en una gran cantidad de alimentos y bebidas.
“La podemos consumir en el café, el té, refrescos de cola y en las bebidas energéticas de moda, incluso en el chocolate”, dice la especialista.
Aunque los efectos deseados del consumo de cafeína son bien conocidos por los adultos (mayor estado de alerta, vigilia y mayor rendimiento), no es buena para los niños.
Serrano explica que incluso la Academia Americana de Pediatría (APP) hace énfasis en los efectos nocivos de la cafeína en niños.
La edad y el estado de salud del niño, así como la cantidad de consumo de cafeína juegan un papel importante en la toxicidad de la misma.
“La cafeína actúa sobre varios órganos y sistemas causando: taquicardia, hipertensión, aumento de temperatura, aumento de secreción gástrica, mayor rapidez y fluidez al hablar y alteración motora”, dice la especialista.
Debido a que es un estimulante del sistema nervioso central puede causar insomnio, ansiedad, hiperactividad y falta de concentración.
“Puede desencadenar arritmias en niños con problemas de conducción cardiaca y empeorar los cuadros de hiperactividad y déficit de atención”, advierte la pediatra.
Es importante hacer del conocimiento de los padres que la cafeína puede estar presente en muchos productos que consideran apropiados para los niños, explica la doctora, por lo que ellos deben leer las etiquetas de los alimentos y bebidas dirigidos a los niños, ya que además tiene un efecto adictivo.
Una lata de refresco de cola puede contener hasta tres veces la ingesta máxima para un niño de 4 a 5 años.
“Una vez que el niño o el adolescente presenta datos de adicción a la cafeína debe iniciarse una disminución progresiva de la misma, a fin de evitar que se puede presentar el síndrome de abstinencia. Así mismo se debe evitar que el niño o el adolescente sustituyan el efecto energizante del café con altas ingestas de azúcar”, dice la pediatra Blanca Serrano Hernández.
Debido a lo anterior es necesario que los padres consulten al médico y puedan llevar un manejo integral con consejo nutricional.
La Academia Americana de Pediatría (APP) recomienda:
1. Evitar la ingesta de cafeína en niños menores de 4 años.
2. Leer todas las etiquetas de los productos antes de ofrecérselas al niño.
3. Evitar las bebidas energizantes, ya que aparte de estimulantes contienen un alto nivel de azúcar y carecen de valor nutricional.
4. Las bebidas energizantes aumentan el riesgo de caries dental, sobrepeso y obesidad.
5. Los niños que realizan algún deporte deben consumir agua como fuente de hidratación.
6. Las bebidas deportivas solo se recomiendan en atletas de alto rendimiento.
7. Los niños y adolescentes deben evitar las bebidas energizantes ya que pueden ser adictivas.